Dentro de la finca Can Beneït reside un Agroturismo y un Restaurante. Paz, Naturaleza y Serenidad en el corazón de la Tramuntana.
Una carretera serpenteante, entre verdes praderas y ovejas pastando, lleva desde el pequeño pueblo de Caimari hasta la pedanía de Binibona, casas de piedra mallorquina que dan color a la tranquilidad, solo interrumpida por algún balado ovino. Ubicado en una colina sobre el valle de Binibona, este rincón íntimo está diseñado como un lugar donde evadirse del resto del mundo. El agroturismo Can Beneït reabre sus puertas con un gusto impecable gracias a Toni Duran, un trabajador infatigable del turismo de calidad que se ha lanzado a la aventura de abrir un hotel y restaurante en propiedad. Para ello a tenido que renunciar a muchas cosas y pelear con una pandemia global.
![Mirabona, tradición mallorquina en un lugar idílico 2 Can Beneit 27](https://almacenfotos.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/2021/03/26163618/Can-Beneit-27.jpg)
El Chef Xisco Garcés y su segundo de cocina Joan Bibiloni de Mirabona Restaurant son los responsables de una cocina que muestra el respeto de la isla por el sabor y la sencillez. En los platos que se pueden degustar en este enclave, les servirán productos orgánicos, frescos y delicias locales. En la propia finca un pequeño huerto y arboles frutales sirven de despensa para elaborar distintas viandas. Con la voluntad de realizar dos cartas anuales puedes saborear entrantes a base de Alcachofas fritas con jamón y tomates frescos, croquetas de sepia con jugo de sobrasada o crema de bulbo de hinojo con pescado adobado y crema acida acompañados de una plato principal como una merluza a la mallorquina, o una terrena de cordero confitado con puré de patatas y verduras o un delicioso lomo con col y terminando con un postre como bizcocho de almendra con helado de naranja, Crema catalana con naranjas del huerto o tarta chocohólica.
Su cocina está profundamente arraigada a la tradición de Mallorca. Conocedores de sus principales ingredientes y secretos, el equipo de cocina de este restaurante de vistas espectaculares, le aporta un toque de contemporaneidad a algunos de los platos, sin dejar nunca de lado la autenticidad que los hace tan especiales. Un placer para los sentidos abierto todos los días.