Dejar atrás el calor abrasador del Mediterráneo para abrazar el frescor indómito de Islandia es un cambio de guion que transforma cualquier verano. Aquí, las bufandas sustituyen a los bañadores, y el crujido de un iceberg te sacude más que cualquier ola. Islandia no es solo un destino: es una experiencia geológica, emocional y visual. El verano no solo regala temperaturas suaves, sino que permite disfrutar del sol de medianoche, rutas sin nieve y naturaleza en su máxima expresión.




Cómo llegar y alquilar coche desde Palma
Volar desde Palma hasta Reikiavik es más directo de lo que imaginas. Aerolíneas como Play ofrecen rutas económicas si reservas con antelación. Una vez allí, la clave para descubrir Islandia es alquilar un coche —o mejor aún, una furgoneta camperizada—. Te dará la libertad de explorar sin prisas, parar donde quieras y dejar que la ruta dicte tu ritmo.
Itinerario completo de 14 días por la Ring Road
Días 1–2: Reikiavik y los primeros vapores
La capital te recibe con su mezcla de modernidad nórdica y alma artística. Pasea por el puerto viejo, asciende a la torre de Hallgrímskirkja y celebra el aterrizaje con delicias locales en Hlemmur Mathöll. Para deshacerte del jet lag, nada mejor que un ritual completo en la Sky Lagoon: exfoliación, vapor, vistas al Atlántico. Así empieza un gran viaje: fuerte, pero con calma.





Día 3: Círculo Dorado, el ABC islandés
Islandia empieza a enseñarte sus cartas fuertes. En Þingvellir caminas entre placas tectónicas, en Geysir ves cómo la Tierra respira, y en Gullfoss sientes el rugido de mil glaciares derritiéndose. Remata el día con un baño en la Secret Lagoon de Flúðir, bajo la luz eterna del sol de medianoche.

Días 4–5: Costa Sur y el glaciar que llora diamantes
Sigue la carretera 1 hasta Seljalandsfoss y Skógafoss, cascadas que parecen brotar de la mitología. Llega a Reynisfjara, donde las columnas de basalto se elevan como partituras góticas. Duerme en Vík, y al amanecer llega a Jökulsárlón, donde los icebergs azules derivan hasta la Diamond Beach, encallando como gemas talladas por Thor. Foto obligatoria.




Días 6–7: Fiordos del Este, la isla secreta
Aquí el turismo se adelgaza y la naturaleza engorda. Conduce entre carreteras en zigzag que bordean acantilados y pueblos de postal como Seyðisfjörður, donde el arte y los cafés conviven con casas de colores. Es Islandia íntima, reservada, mágica.
Días 8–9: Mývatn, laboratorio geotérmico
Desde el cráter Hverfjall hasta el rugido de Dettifoss, todo es brutalidad volcánica. El lago Mývatn ofrece humedales donde los patos parecen saludar, y sus Nature Baths compiten con la Blue Lagoon por derecho propio. Es el norte en su máxima expresión.
Día 10: Akureyri y ballenas
La “capital del norte” es pequeña pero sofisticada. Visita su jardín botánico al borde del círculo polar. Excursión obligada a Húsavík: si tienes suerte, las orcas y jorobadas te regalarán uno de los momentos más épicos del viaje. Imposible no añadir esa foto con el título «avistamiento de ballenas en Islandia».
Día 11: Península de Vatnsnes, guardianes de roca y focas
El monolito Hvítserkur, un troll convertido en piedra, custodia la costa. Las focas se dejan ver fácilmente mientras duermes en una granja local. Aquí es imposible no desconectar.
Día 12: Snæfellsnes, Islandia en miniatura
Todo Islandia condensada en una península: volcanes, playas negras, glaciares y el icónico Kirkjufell. Camina de Arnarstapi a Hellnar, donde el mar cincela la lava como si fuera arte. Esta zona inspiró a Julio Verne, y entenderás por qué.




Día 13: Regreso a Reikiavik con desvío vikingo
Antes de volver a la ciudad, haz una parada en la Granja de los Caballos Islandeses de Borgarfjörður y admira las cascadas Hraunfossar, donde el agua surge entre campos de lava. Ya en Reikiavik, celebra con cerveza artesanal y una buena cena.
Día 14: Último chapuzón y adiós
Si tu vuelo es por la tarde, deja las maletas en consigna y despídete con un baño en la Blue Lagoon. La piel todavía roja del viento glaciar y el agua turquesa serán el cliffhanger perfecto para tu feed de Instagram.

Presupuesto y consejos para viajar barato (pero con estilo)
Islandia no es barata, pero con antelación y buen ojo puedes mantener el presupuesto a raya. Aquí unos tips:
- Compra víveres en supermercados como Bónus o Kronan.
- Apuesta por campings o granjas rurales en vez de hoteles.
- Usa apps como Park4Night o Vedur (para el clima) y planifica según el pronóstico.
Qué meter en la mochila: equipo, ropa y recomendaciones
Islandia es impredecible. Te puede llover horizontalmente en julio o nevar en agosto. Lleva:
- Impermeable, botas de trekking, ropa térmica.
- Baterías extras y cargador de coche (¡el frío agota rápido los equipos!).
- Gafas de sol y bañador (sí, aunque no lo creas).
Mejor época, clima y auroras: cuándo y por qué
El verano (junio-agosto) es perfecto: días eternos, caminos abiertos, clima más benigno. Las auroras boreales empiezan a asomarse en agosto, pero para verlas en todo su esplendor, mejor entre septiembre y marzo. Si buscas paisajes extremos sin el hielo extremo, el verano es tu estación.




Tips de seguridad y conducción en Islandia
- Revisa la web SafeTravel.is cada mañana.
- No subestimes el viento: abre puertas con cuidado.
- Lleva seguro para grava si alquilas coche.
- Evita salirse de las pistas oficiales: está prohibido y puede ser peligroso.
Experiencias inolvidables y recursos útiles
Desde la bahía de Palma hasta los fiordos del Este, Islandia me enseñó que no hace falta cruzar medio planeta para sentir que has aterrizado en otro mundo. En dos semanas, descubrí no solo una tierra de fuego y hielo, sino también una lección de humildad geológica, una sinfonía de paisajes y un constante asombro.
¿Buscas un viaje diferente este verano? Cambia las playas abarrotadas por cascadas imponentes, los chiringuitos por baños termales y el calor sofocante por el frescor salvaje del Atlántico Norte. En este artículo te cuento mi experiencia recorriendo Islandia en 14 días, rodeando la isla por la mítica Ring Road. Desde la bulliciosa Reikiavik hasta los fiordos del este, pasando por glaciares, géiseres y focas dormilonas, descubrirás cómo organizar tu viaje a Islandia, qué ver en cada etapa y por qué este destino —aunque no es barato— vale cada corona islandesa. Prepárate para una guía real, detallada y vivida en primera persona.
¿Te atreves a vivirlo tú también?