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© Inma Balmont

Pepe Arcade: «Sin Isladencanta o el Pitch Festival no habría Mallorca Live»

Josep Maria Coll García (Palma de Mallorca, 1986) es conocido por todos como Pepe Arcade. Productor antes que deejay, ha sido durante más de una década uno de los abanderados del techno en la isla. Capaz de organizar una manifestación como respuesta a la cancelación del Pitch Festival en 2007, en la actualidad cuenta con dos sellos en el mercado: uno de electrónica y otro de new wave post punk, el estilo que últimamente predomina en sus sesiones.

¿Cómo y cuándo empezaste a pinchar?

Pues tendría unos 17 o 18 años, aunque bueno, en mi caso, empecé antes a producir que a pinchar. Todo comenzó gracias a un CD-ROM que regalaban en una revista que se llamaba CNR. Era como un juego que tenía todas las secuencias y bases hechas.

Luego, me dejaron el ‘Music 2000’ de la PlayStation. Era similar al anterior pero algo más avanzado. Después, conseguí el ‘Cool Edit Pro’ que es un editor de audio.

Aprendía a pinchar por necesidad y sobre todo después de que un gran festival de música electrónica que se hace en Barcelona me llamara para hacer la primera hora del viernes. Ellos me conocían, ya que habían escuchado mis primeras producciones. Lamentablemente, para mí, yo en esa época solo hacía directos. Así que al final, me quedé sin ir.

Con el paso de los años, he ido perfeccionando mi técnica en los clubs, puesto que nunca he tenido equipo en casa. Reconozco que he tenido actuaciones poco acertadas y que he vaciado alguna que otra pista, pero, supongo, que eso es parte del proceso (risas).

Sobre el tema de la producción, si te digo la verdad, no supe que lo que hacía era techno hasta que Ángel (Costa) e Isaac (Indart) me lo dijeron. Es decir, no sabía el estilo concreto de mi música, ya que no iba a discotecas. Entonces, empecé a investigar su historia.

¿Recuerdas tu primer bolo?

Claro que sí (risas). Mi primer bolo fue entre 2006 y 2007 en un sitio que se llamaba s’Estorn, en Llucmajor. La fiesta era de ‘Infected’, una promotora que formábamos Javi Bora, Dakpa, Octobot, Enric Ricone y yo. En aquella época fundé también mi primer sello discográfico: ‘Irdial Music’.

Luego hicimos más fiestas, en lugares como  el Zentral del Festival Park o en el Rock Island de s’Arenal. Eran nuestros inicios en el mundillo.

¿Cuándo empezó a cambiar tu carrera?

Supongo que cuando me empezaron a llamar para ir a pinchar a otras fiestas. Ten en cuenta que por aquellos años, en 2009 y 2010, yo era una de las pocas personas en la isla que hacía directos de techno. Era algo diferente que llamaba la atención.

Myspace también fue importante. Me proporcionó buenos contactos e hizo llegar mi música a mucha gente.

Otro momento clave fue el nacimiento de la marca ‘Consumed: Noches de música techno’ junto a Ángel Costa y el slogan “No gogós, no performance, no decoración, solo música techno”. Empezamos a hacerlas en la sala 2 de Cultura Club cada jueves y un sábado al mes, con las visuales de Minimal TV. Aquella fue una gran época.

Después, cuando el Cultura cerró, organizamos las noches de Consumed los viernes en Lunita (ahora Sabotage). Conseguimos que vinieran a pinchar artistas como Snts (antes de ser conocido con este pseudónimo) o HD Substance a pesar de que el club solo tenía capacidad para 150 personas. En esos años, creo que Ángel y yo éramos de los pocos que poníamos ese rollo.

También fueron muy importantes las noches de los martes en El Barbero, los viernes con ‘Hype!’ en Lunita, cuando estaba en Can Barbarà, y las del Brooklyn Club con ‘Los Chicos del Maíz’, que formamos Nacho Almagro, Ralfus, Melohman y yo. Nos íbamos turnando, poniendo un disco cada uno. La última vez que nos juntamos fue en el Mutante y la verdad es que fue una pasada.

En otro sentido, también has pasado por una época complicada a nivel personal…

En un momento dado, en 2019, caí en una depresión. Dejé de pinchar tanto, ya que no me concentraba. Tampoco disfrutaba. Es algo difícil de explicar, sobre todo si tenemos en cuenta que estaba en un gran momento profesional.

Todo empezó a cambiar cuando me dejaron de llamar del Brooklyn Club. Gracias a eso, pude dar el paso y empezar a pinchar new wave post-punk. Ahora, trabajo con total libertad creativa gracias a David Valle en el Mutante Club y Maraca Club con Enjoy & Division. Se trata de un proyecto que tengo junto a Melohman (Melchor Rosell) en las fiestas ‘Fukushima’ que hago con Tito de ‘Sentados en el techo’. Son sesiones diferentes que se alejan de lo que ponemos Melchor y yo por separado.

¿Quiénes han sido o son tus influencias?

Como productor me gusta mucho Robert Hood mientras que en el mundo de los deejays, me quedo con Óscar Mulero. Jamás he visto a nadie ecualizar una mesa como lo hace él. En Mallorca, me encanta  Octobot. Para mí es uno de los mejores discjockeys de la isla.  

También me gustaría destacar a Ángel Costa, ya que ha sido muy importante en mi carrera. Sus consejos me ayudan a mantener los pies en el suelo.

En definitiva, tal y como me recuerda a menudo mi novia Assumpta, la música “es arte y ciencia a la vez, que tiene por base las vibraciones sonoras; por elementos, el ritmo, la melodía y la armonía; y, por objeto, la expresión estética de los sentimientos”.

Imagino que, tras más de una década pinchando, tendrás alguna anécdota….

Una que recuerdo fue en Manacor. Como parecía que la cosa iría flojita, la dirección de la sala nos dijo que nos quedáramos todo lo que sacásemos en puerta. Aquella noche, por casualidad o lo que fuera, el club estuvo a reventar. Otra muy chula fue en el Moog de Barcelona, cuando escuché a Ángel Molina pinchar un tema mío.

Tengo una tercera, pero esta es más agridulce. Me enteré de que Richie Hawtin ponía temas míos, tras ver que publicaba su playlist en Twitter. Así que, cuando vino a Mallorca, averigüe el hotel en el que estaba hospedado. Para no molestarle, le dejé en recepción un sobre en el que me presentaba y en el que le comentaba que me había enterado de que pinchaba mis temas. Además, había un CD con un álbum que había grabado de minimal experimental con mi aka ‘The Dub Attack’ que utilice para un directo en Es Baluard.

Recuerdo que estaba cenando en Magaluf, para ir a verle a BCM, cuando me respondió a través de un email. Al llegar a la discoteca, me acerqué a la cabina para saludarle. Entonces, llegó el promotor de la fiesta para echarme de allí… a pesar de que conocía perfectamente la historia.

Más tarde, cuando él acabó de pinchar, su ‘road manager’ me buscó para que fuera a las oficinas. Allí me esperaba Hawtin, Hablamos sobre mi música y comentamos la posibilidad de seguir en contacto con la idea de probar de publicar algo. Finalmente, nunca llegó a salir nada.

¿Cuál ha sido la fiesta de tu vida?

Es una pregunta muy difícil, ya que ha habido muchas. Como promotor, probablemente me quedaría con una en Sa Possessió que hice con los chicos de ‘El Barbero’.

Como deejay, disfrutaba mucho cuando iba a pinchar al Cultura Club, donde se me llegó a poner la piel de gallina. Recuerdo una noche increíble en la que Ángel (Costa) no pudo venir y tuve que pinchar yo ‘all night long’.

Otro sitio al que encantaba ir a pinchar era el Lisboa de Santa Catalina, que cierra el próximo 31 de diciembre. Allí he tenido alguna de mis mejores noches con mi nuevo rollo de new wave post-punk. Tampoco puedo olvidarme de los inicios de Enjoy & Division en Maraca Club.

Fuera de la isla, he actuado en ciudades como Barcelona, Córdoba, Granada, Valencia o Valladolid. Sin embargo, en ningún sitio disfruté tanto como en Cassette, una sala que estaba en Madrid.

¿Cómo ves la escena en la isla?

Valoro mucho que exista un festival como el Mallorca Live sobre todo teniendo en cuenta lo que cuesta económicamente hacer este tipo de eventos fuera de la península. Y que conste, que no es peloteo (risas).

Antes hubo otros festivales, como Isladencanta o el Pitch, que no tuvieron tanta suerte. Eso sí, tengo claro que sin ellos, el Mallorca Live Festival no existiría.

Por otra parte, veo a las nuevas generaciones muy preparadas. Gente joven, muy educada y respetuosa como Alberto Dietrich, Savabien y Fonki, por citar algunos. Todos ellos están muy concienciados con la música que ponen.

¿Qué opinión te merece que haya discotecas en Ibiza que apuesten por el reggaeton?

Antes tenía muchos prejuicios. De hecho, era un talibán de la música (risas). Ahora procuro pasar de este tipo de cosas, sobre todo porque yo soy el primero en poner alguna horterada si no estoy pinchando techno (risas).

Lo que está claro es que muchos reconocidos deejays, como Locodice o Capriatti, han empezado a incluir reggaeton en sus sesiones. Supongo que es la manera de llegar a un público más amplio y comercial. 

De todas maneras, déjame decirte que creo que tenemos estigmatizado al reggaeton. Seguro que debe de haber buenas y malas canciones, como en cualquier otro estilo. Simplemente, a mí no me llega por qué no me interesa.

¿Qué consejo le darías a alguien que está empezando?

No soy nadie para dar consejos, pero le diría que sea humilde, algo que no yo fui (risas). También le recomendaría que pasara de las modas, es decir, que siguiera sus gustos. Por último, que no se vaya abajo si un día le va mal. Al final, la constancia da sus premios.

Por último, ¿algún nuevo proyecto en mente?

El pasado viernes vio la luz la referencia número 46 de ‘Serial Number 849’, el sello que creé tras ‘Irdial Music’. Es muy especial para mí tras seis años sin producir nada. En un momento dado, tuve tantos bolos que apenas tenía tiempo de producir, algo que recuperé cuando nos confinaron por la pandemia.

Por otro lado, he creado un nuevo sello llamado ‘Lanzador de Cuchillos’ junto al argentino afincado en Mallorca Adrián Bau, que es el cantante de la banda punk Danïo. En este nuevo proyecto tienen cabida estilos como el punk, postwave, new beat y techno.

La primera referencia de este nuevo sello es mía, bajo el pseudónimo de ‘Focus en Crimen’. La segunda es una remezcla, también hecha por un servidor, del “Decir adiós” de Sofía, ganadora del concurso Pop Rock de Palma en 2020. El tercer lanzamiento, y último hasta la fecha, es “Noctámbulo” de 80%Baul. Próximamente, llegará el cuarto. Será de Mazmorra, que es la gente de Sistema de Entretenmiento y Leonor SS, banda muy conocida de punk de Barcelona.

FAST CHECK

  • Un deejay: Óscar Mulero
  • Un productor: Mike Denhert
  • Un tema: ‘A Forest’ de The Cure
  • Un estilo que no sea electrónica: new wave, post punk
  • Un club: Sala Fónica
  • Un festival: Mallorca Live Festival
  • Una comida: arroz meloso de sepia y gambas
  • Una bebida: Laccao
  • Una película: ‘Funny Games’ de Michael Haneke (1997)
  • Una serie: ‘Doctor en Alaska’  
  • Un lugar para perderse: Madrid

Tommy M. Jaume

Licenciado en periodismo, y con experiencia en prensa escrita, radio y televisión. Mallorquinista de cuna y de tercera generación. Apasionado de la música (en especial la electrónica), del cine, de la historia, del deporte (sobre todo del wrestling, la lucha libre americana) y de todo lo que tiene que ver con el misterio.

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