¿Cómo empezó tu relación con la música?
En mi caso, empecé antes a producir que a pinchar. Pero mi relación con este mundo comenzó mucho antes, ya que mi madre es profesora de música y compositora.
A los nueve años, la edad mínima permitida, empecé a estudiar violín en el Conservatorio. Es un instrumento que requiere mucha práctica. El primero que tuve me regaló mi abuelo Coco, que siempre me acompañaba y me esperaba fuera con la merienda. Gracias a ellos dos, ahora estamos aquí tú y yo charlando…
Más tarde, a los 13 o 14 años, tuve una banda con la que hacía ‘covers’ de The Beatles. Luego, en el último curso de colegio, formamos otro grupo con el que tuve la oportunidad de tocar en muchos sitios. Creo que eso me ayudó mucho a poder actuar frente al público.
Cuando tenía unos 22 años, recuerdo que me pasaba los días jugando con el Ableton. Gracias a mi bagaje musical, me divertía mucho jugando y probando.
En un momento dado, empecé a hacer ‘lives’, si se pueden llamar así, en las previas con mis amigos antes de ir a un club a ver a algún artista. Era como un hobby. Y así fue hasta los 27, cuando, un buen día, mi amigo Maxwell, de Barcelona, me convenció para actuar en Mr. Jones, un club que está en Mar del Plata. Fue increíble, ya que estaban todos mis amigos. Y eso que la noche no empezó muy bien, porque a un tío se le cayó un vaso encima de mi equipo, que ya estaba montado, cuando me faltaban cinco minutos para empezar. Me lo tomé como una prueba.
Desde entonces, no paré. Siempre estaré agradecido a Maxwell por ser mi padrino artístico. Pude tocar bastante en Mar del Plata, tal vez por el formato novedoso que era un ‘live’, y en poco tiempo pude hacerme con un pequeño nombre en la ciudad.

¿Cuándo arrancó tu carrera como deejay?
Al año y medio, decidí venirme a Mallorca. Era 2017. Mi amigo Matías, que cuando hacía mis primeros ‘tracks’ me pasaba a buscar con su jeep para ir a escucharlos en la costa, fue el primero que me habló de la isla.
La verdad es que llegué sin muchas expectativas, aunque sabía que no me metía en una ciudad como Madrid o Barcelona. Empecé a tocar y mis ‘lives’ tuvieron aceptación, supongo porque su estructura era más propia de un ‘dj set’. Es decir, no tan ecléctico, como suelen ser en los festivales. Luego me animé y comencé a pinchar aquí en la isla.
¿Recuerdas tu primer bolo como deejay?
Claro. Fue en el Brooklyn Club en 2019. Allí toque bastante y gracias a ello, se me abrieron muchas puertas.
Una de las cosas que más me motiva de pinchar es poder probar mis propias producciones y ver la reacción de la gente en la pista.
Por cierto, ¿Cuál es el origen de tu nombre artístico?
Not Demure es un adjetivo calificativo inglés, cuya traducción literal sería algo así como “recatado”, que es lo opuesto que siento cuando voy a pinchar. Por eso lo del “not” por delante, para cancelarlo (risas).
Cuando estoy en la cabina soy otra persona. Definitivamente, soy como un niño jugando y saltando. Eso sí, superconcentrado y con el foco puesto en lo que haciendo.
Algunos, en Mallorca, me han hecho el chiste que Not Demure era “No es de Muro”. Al principio no entendía nada (risas).


¿Quiénes han sido, o son, tus principales referencias?
Como productor, te diría que Guy J. Ha sido mi inspiración. Su álbum “1000 Words” cambió mi concepción de la música electrónica. Fue muy especial para mí saber que ha pinchado alguna de mis producciones.
Y como deejay, Hernán Cattáneo. Para los argentinos, tener un embajador musical como él nos llena de orgullo.
Además del progressive, ¿Con qué otros estilos te sientes cómodo?
Me gusta el deep house, el orgánico y el house melódico. En mis sesiones suelo combinar diferentes estilos, siempre y cuando quede homogéneo. Siempre intento transmitir una historia que, dependiendo del público, se va desarrollando hacia un lado o hacia otro.
Me siento cómodo pinchando el primero, cerrando o haciendo el ‘warm up’, de 118 a 120 bpm. Esto último me encanta, ya que permite intentar generar una comunión para que el artista que venga después pueda reventar la pista.
Imagino que tendrás alguna anécdota….
Te contaré lo que me sucedió este verano, cuando Hernán Cattáneo vino a tocar a s’Alqueria Turó. Fui al evento, pero no pude verle actuar, ya que yo tenía un bolo en la Sala Fónica.
Yo sabía que ponía temas míos y me hacía mucha ilusión conocerlo personalmente. Cuando me contaron que él también me buscaba para conocernos, se me rompió el corazón. Entonces, me enteré de que, al día siguiente, tocaba en Valencia. Así que me saqué un billete de avión.
Durante el viaje, empezaron las dudas. Me preguntaba que hacía allí solo, hasta que me quedé dormido. Al abrir los ojos, vi a Hernán (Cattáneo) bajando del avión. Ya en la puerta de embarque, esperé a que acabase de hablar con su móvil para ir a presentarme. Por suerte, enseguida me reconoció. Hablamos de música, de mis ‘tracks’ y me quedó claro que el tío conoce lo que pone. También charlamos, obviamente, de nuestro país.
Luego, me llevó en su coche con su ‘driver’ a mi hotel. Cuando llegamos, me dijo: “Cuidado, que tal vez caiga esta noche algún temita tuyo, amigo”. Ese día, pinchó tres temas míos. Cuando puso el tercero, me miró desde la cabina y me emocioné. Tuve que ponerme las gafas para disimular (risas). Fue como un gran abrazo que llegó en un momento en mi vida en el que estaba un poco ‘down’.
Otra muy buena fue con Sébastien Léger. Le mandé uno de mis ‘tracks’ por Instagram y le gustó, ya que lo puso en su programa de radio y lo incluyó en un ‘chart’. Entonces, se dispararon las ventas (risas).

¿Cuál ha sido la fiesta de tu vida?
Probablemente, haya sido recientemente, el pasado mes de julio, con Guy J en el R33. La sala estaba llena y sentí estar conectado con la gente en todos los ‘tracks’ que puse. Esa noche cambió algo en mí. Recuerdo la gente con los brazos levantados y que, cuando acabé, recibí muchas felicitaciones.
Tampoco puedo olvidarme de la primera vez que regresé a Mar del Plata después de haberme venido a España. Fue en enero de 2020, poco antes de la pandemia, en un beachclub que se llama Cuba. Tengo un gran recuerdo de esa noche, en Argentina de verano, en la que hice el cierre cuando estaba amaneciendo. Estaban allí todos mis amigos y fue épico.
Regresando a la producción… ¿Cuántos ‘tracks’ tiene Not Demure?
Entre producciones propias y remezclas, tendré unos 70 ‘tracks’. Además, ahora sacaré un tema con The Soundgarden, el sello de Nick Warren.
En Argentina, además de Hernán Cattáneo, he tenido la suerte de contar con el apoyo de artistas como Mariano Mellino, Ezequiel Arias o John Cosani.
Además de productor y deejay, también eres promotor…
Bueno, semipromotor (risas). Estoy organizando unos eventos con el nombre de ‘The Homeless Trovador’. Cuento con artistas que están en proyección y aprovecho sus ‘tours’ para traerlos a Mallorca. También han venido referentes del ‘progressive’ como Kamilo Sanclemente o Joan Retamero, que acaba de pinchar en el Burning Man por segunda vez.
Tengo el compromiso conmigo mismo de mimar el proyecto, ya que me acerca al público mallorquín.
¿Cómo ves la escena en la isla?
Yo esperaba que, al estar lado de Ibiza, la escena en Mallorca sería más contundente. Pero bueno, creo que está muy bien. Cada fin de semana vienen artistas internacionales de calidad y eso no pasa en todos lados. Eso sí, creo que está todo un poco diversificado y que falta unión entre promotores. De todas maneras, creo que algo está cambiando y el resultado se verá en los próximos años.
Siempre estaré agradecido a Mallorca por lo bien que han recibido mi sonido. Tú, mejor que nadie, sabes que este trabajo requiere de mucho esfuerzo y sacrificio. Estoy ilusionado y motivado.
Por último, ¿Qué consejo le darías a alguien que está empezando?
Pues que se apuntara a la academia que estoy montando con un amigo. Se llamará THT, que son las iniciales de ‘The Homeless Trovador’. Tengo experiencia en la docencia, ya que he trabajado con niños, con gente con discapacidad funcional y he formado parte de una asociación que trataba de mejorar el ocio adaptado. También he dado clases de producción musical en ASPACE, una entidad sin ánimo de lucro de atención a la parálisis cerebral.
Por otro lado, le diría que se tiene que tomar la música como una relación, a la que hay que dar cariño. Y que sea muy constante.
FAST CHECK
Un deejay: Hernán Cattaneo
Un productor: Guy J
Un tema: Guy J “Lamur” (Henry Saiz remix)
Un estilo que no sea electrónica: rock alternativo
Un club: Cova Santa (Ibiza)
Un festival: Burning Man
Una comida: pasta pesto
Una bebida: Coca-Cola
Una película: “Un cuento del Bronx” (Robert de Niro, 1993)
Una serie: “Los Soprano”
Un lugar para perderse: Mallorca