Mar Bonet (1999, Palma de Mallorca). Comenzó sus clases de ballet con 5 años en la escuela de Sant Jaume a los 7 en el Conservatorio de Música i Danza de Palma de Mallorca donde se graduó. A los 12 y a los 13 años, tuvo su primer contacto con la danza internacional en la School of American Ballet, EEUU (Nueva York). A los 14 años, participó en su primera competición internacional, donde obtuvo una beca para el curso de verano en Dresden. A los 15 años, obtuvo una beca para estudiar en el English National Ballet School, Londres, allí se formó como bailarina profesional. Con 18 años, empezó su carrera como bailarina profesional en la compañía del English National Ballet. Actualmente vive y trabaja en Varsovia para la compañía Polish National Ballet.
¿Con qué edad comenzó a interesarse por la danza clásica?
Empecé las clases de ballet en la escuela de Sant Jaume desde muy pequeña, y ya entonces me di cuenta, de cuanto disfrutaba la danza clásica, tenia claro que quería seguir ese camino, soñando cada día con metas más grandes, poder llegar ha ser una bailarina profesional y bailar por en teatros alrededor del mundo.
¿Cuántas horas le dedica a su rutina de entrenamiento?
Normalmente solemos dedicar unas 8 horas diarias de lunes a sábado en nuestro entrenamiento, clases y ensayos. En época de actuaciones podemos llegar a pasar hasta 11 horas dentro del teatro, incluyendo unas 6 horas de los domingos en las ocasiones de que tenemos actuación.
¿Cómo ha sido el proceso para acabar siendo bailarina en English National Ballet y Polish National Ballet?
Ha sido un camino difícil, muy competitivo, con muchos sacrificios, desarrollando mucha disciplina y determinación desde bien pequeña, pero tengo que admitir que siempre he tenido el apoyo de mi familia que lo ha hecho más fácil y me ha ayudado a tener todavía más claro, que de la danza es a lo que quería dedicar mi vida.
Para acabar siendo bailarina del English National Ballet y Polish National Ballet, he tenido que pasar por muchas, muchas y muchas audiciones alrededor del mundo, hasta encontrar mi lugar.
¿Cómo fue el momento en el que supo que estaba admitida?
Ambas ocasiones han sido sueños hechos realidad, dos grandísimas compañías reconocidas en el mundo entero, ¡poco más puedo pedir!. Recuerdo llorar de emoción y satisfacción, de poder ver que todo el esfuerzo de tantísimos años había valido la pena y había sido reconocido, es como terminar un puzzle y ser esa pieza final que encaja, después de mucho trabajo te sientes satisfecho de haberlo conseguido.
La directora del English National Ballet es otra española, Tamara Rojo ¿Qué significa ella para usted?
Desde muy pequeña siento gran admiración y respeto hacia Tamara Rojo, siempre ha sido un gran referente para mi, ya que al ser española y haber llegado tan lejos en este mundo tan competitivo y sacrificado, me llenaba de ilusión y coraje y me hacia soñar despierta para conseguir un sueño que a día de hoy puedo decir con satisfacción que he conseguido.
¿Qué sacrificios ha tenido que hacer para llegar hasta aquí?
Este mundo requiere muchos sacrificios, y para llegar hasta aquí he tenido que hacer muchos, como el renunciar a salir con amigos muchísimas veces por ensayos o actuaciones. Aunque para mi el más grande ha sido el estar lejos de mi familia desde que tenia 16 años, cuando me fui a vivir a Londres. Muchas veces lo pienso y me doy cuenta de cuanto tiempo he pasado fuera de casa y de mi país, pero gracias a mi familia y profesores que siempre estuvieron confiando en mi y en mi trabajo, puedo decir que estoy muy orgullosa de lo que he conseguido a día de hoy. Como siempre digo, todo esfuerzo tiene su recompensa.
El ballet en España esta muy mal tratado, ¿Cómo ve el futuro de esta arte?
La cultura en general esta muy poco valorada en España y es una pena ya que es muy necesaria para todos. Es una batalla que los artistas llevamos lidiando desde hace mucho tiempo, y parece que todavía no se nos ha dado nuestro lugar, por ese motivo terminamos saliendo de aquí y viajando a diferentes sitios donde realmente se nos valora, se nos quiere y nos demuestran lo importante que somos y que es lo que hacemos. En el futuro espero y confío que las cosas cambien, los españoles tenemos mucho talento y es una pena que no podamos demostrarlo aquí donde nacimos, y que nuestra familia, profesores y amigos que tanto nos han ayudado y apoyado no puedan ver nuestros progresos desde una perspectiva más cercana. Lo veo difícil, pero no creo que sea imposible.