En el vasto universo de la música, a menudo nos sorprenden encuentros que desafían toda explicación racional. Este es el caso de la convergencia entre los álbumes _BCN747 y Camino Ácido, dando lugar a una fusión musical que trasciende el tiempo y el espacio.
Bajo el nombre colectivo de _JUNO/STANICH, estos gemelos cósmicos han desenterrado una conexión que va más allá de lo tangible, explorando los límites de la casualidad y la creatividad. María Zahara y Ángel Stanich se encuentran en el epicentro de esta confluencia, guiados por una fuerza que los lleva a compartir sus mundos musicales de manera inesperada.
El viaje comienza con una visión de María Zahara durante una gira el año pasado, imaginando a Stanich interpretando una de sus canciones. Esta revelación desencadena una serie de eventos que culminan en el redescubrimiento de una canción perdida de Stanich, CHEVY 57, que curiosamente hace eco del título de uno de los temas de _BCN747. La coincidencia parece demasiado perfecta para ser fortuita, y así nace la chispa de la colaboración entre estos dos artistas.

El décimo aniversario de Camino Ácido y el lanzamiento de _BCN747 marcan el momento preciso en el que el destino parece entrelazar los caminos de ambos álbumes. La portada del sencillo conjunto, diseñada por Guillermo Guerrero, esconde secretos aún por descubrir, sumergiendo a los oyentes en un enigma visual que refleja la complejidad de esta unión musical.
La grabación de las canciones se lleva a cabo en La casa del viento, un estudio de grabación donde la magia parece fluir con cada acorde. El resultado es una amalgama de sonidos que captura la esencia de ambos artistas, trascendiendo las fronteras del tiempo y el espacio.
_JUNO/STANICH emerge como un testimonio de la capacidad de la música para conectar realidades aparentemente divergentes. Más allá de las explicaciones científicas, esta colaboración nos recuerda la belleza de lo inexplicable y la magia de los encuentros cósmicos en el vasto panorama musical.