-¿Por qué boxeas?
Farah: Porque me gusta.
-¿Cómo supiste que te gustaba este deporte?
F: Por mi familia. Tengo un tío que hace K-1 y, por curiosidad, lo probé y me gustó mucho.
-¿Qué tiene el boxeo?
F: Lo que más me gusta es la sensación con la que me voy a casa después de cada entreno. Tranquila, desahogada.
David Quiñonero: El fuego apagado.

-¿Has practicado otros deporte?
Sí, natación. Al principio la compaginaba con el boxeo, pero después me centré en el segundo.
-¿En qué momento descubres el boxeo?
F: Hace unos cuatro años. Mi tío tiene un gimnasio pequeño en Marruecos y un día me dio por probar K-1. Yo empecé con las ‘pataditas’. Me llevé muy buenas sensaciones.
-¿Por qué dejaste las patadas?
F: En los entrenos sentía que me gustaba más soltar las manos.
-¿Cómo llegaste al Motorcity y cuál fue tu primera impresión?
F: Llegué recomendada y me encantó el compañerismo que había. Antes de venir a entrenar me ponía siempre enfrente de la ventana y miraba las clases hasta que me animé a probarlo.

David Quiñonero: “Farah es agresiva, elegante y muy vistosa boxeando. Tiene la posibilidad de competir a nivel mundial
-David, ¿cómo era Farah cuando empezó a boxear?
D: Muy parecida a como es ahora. Con personalidad, no muy habladora, viene a hacer lo que tiene que hacer y se va. Sin armar mucho jaleo y dejando la sensación que tiene que dejar en el ring. Los deportes de contacto están muy de moda ahora. Hay gente que deja las sensaciones más fuera del ring que dentro.
-Te apodan ‘Baby face killer’.
D: Asesina con cara de niña. Hay fotos de Farah en las que la ves muy guapita, sonriente, así como muy agradable y luego si te metes en el ring con ella… [risas] la imagen cambia totalmente. Tiene una cara muy agradable cuando no tiene que ver con boxeo.
-¿El cambio de cara es a propósito o involuntario?
F: Es involuntario.
D: Yo creo que las cosas que llaman la atención de verdad suelen ser auténticas. Si no son auténticas se ven rápidamente. Y lo del carisma, que sin duda ella lo tiene, está relacionado con la autenticidad. Hoy en día las imitaciones están muy en auge, pero el boxeo es un deporte en el que si no eres auténtico, si no eres de verdad, se ve súper rápido. A las dos primeras hostias se ve.
-¿Te querías parecer a alguien?
F: No. Tengo ídolos, pero no me quiero parecer a nadie.
-¿Recuerdas tu primer combate?
F: Sí, fue en Campos y gané. A los tres meses de empezar a boxear debuté. Me fui de mi anterior gimnasio, el Shambhala, porque el entrenador que había murió.

Farah El Bousairi: “El objetivo es ser campeona del mundo”
-Fuiste subcampeona de España. ¿Cómo recuerdas esa experiencia?
F: Fue brutal.
D: Fue con la selección de Aragón. Todavía estábamos en conflicto con la selección balear y nosotros buscábamos todos los medios posibles para que la gente peleara. Hizo medalla de plata sin estar su entrenador y sin una serie de apoyos tremendos. Solo llevaba seis combates.
-Debutaste con victoria el pasado 25 de noviembre en el Trui Teatre de Palma. Eres la primera boxeadora balear de la historia. ¿Qué se siente?
F: Tenía presión de dejar contenta a la gente, a mi entrenador, a mi familia. Tuve una sensación muy buena, me sentí muy cómoda.
-¿En qué piensas cuando estás encima del ring?
F: Pienso en ganar.
D: En el boxeo o te centras 100% en lo que estás haciendo o tienes accidentes. Cuando estás dentro del ring hay un: [chasquea los dedos] Tuuuuuu que se apaga todo y solo está encendido lo que ocurre dentro del ring. Y si te pones a pensar en tu tía, en tu prima o en tus amigos andas jodido. Te tienes que centrar 100% en lo que está ocurriendo ahí dentro.
-¿Por qué decides dar el salto a profesional?
-Llevo 26 combates. Creía que ya tenía experiencia suficiente y aprovechar la edad que tengo ahora.
-¿Cuál es el objetivo?
F: ¿El objetivo? [ríe] Ser campeona del mundo.
D: Será campeona del mundo.
-¿Lo tienes claro desde que empezaste?
F: Siempre. Desde que me puse los guantes supe que quería pelear.
-¿Alguna vez has sentido miedo?
F: Nunca, si te digo la verdad, nunca. Yo estoy feliz en el ring.

-¿Cómo boxea Farah?
D: Es agresiva, lo que pasa es que estamos intentando controlar sus emociones y creo que lo conseguimos. Farah, básicamente, te quiere pegar todo el rato. Y en profesional, el combate, a veces, se hace largo. Estamos intentando que domine eso. Cuando le das una torta, ella quiere pegar. A veces hay que dar dos pasos atrás o irse a un lateral para dar un golpe. Con ella es fácil y los avances son muy rápidos. Practicas una combinación el lunes y el viernes la está haciendo en el ‘sparring’. Farah es elegante y muy vistosa peleando. Tiene fondo, pega durísimo, es capaz de resistir el castigo fantásticamente. Esos personajes son los que tienen la capacidad para ser campeones mundiales. Te puedes ir a Inglaterra, a Ghana, a Rusia y coges chicas de 51 kilos y las que peguen más fuerte, pegan como ella. Farah tiene la posibilidad de competir a esos niveles, a nivel mundial.
-La púgil profesional Miriam ‘La Reina’ Gutiérrez se aferró al boxeo para superar un trauma. Fue maltratada por su pareja cuando tenía 19 años y estaba embarazada de 8 meses. Tú sufriste otra desgracia. Tú pareja falleció en un accidente. ¿Cómo has tomado el boxeo después de la tragedia?
F: Con mucha más fuerza, me ha servido mucho. La mayoría de cosas que hago, tanto dentro como fuera del ring, las hago por él.
-¿Qué significan tus entrenadores, David Quiñonero y Umar Brito?
F: Todo. Ahora mismo no me veo boxeando sin ellos, me siento arropada.
-¿Es más complicado ganar fuera de casa?
F: Tienes que ganar mucho más claro.
D: Farah va a boxear, básicamente, en su casa. Porque tiene la posibilidad de hacerlo. Pelear fuera es un hándicap tremendo. Yo tengo buenísimos boxeadores con récords mediocres por el hecho de haber tenido que pelear fuera. Y te va minando la cabeza y físicamente. Con Farah no va a ocurrir.




