BAAGUNDI! da título a la muestra. Una palabra que procede del télugu o telugu, una lengua hablada por el segundo mayor número de hablantes nativos en la India. Su significado es “bien/bueno” y viene dado a la experiencia que el artista vivió en la India en el 2020 con motivo de un encargo artístico por la Fundación Vicente Ferrer en la ciudad de Anantapur.
Creando una intervención mural, los niños se acercaban para contemplar al artista trabajando y en voz alta, llamaban de esta manera la atención de Pinya.. Este “clamor” que tanto recuerda el artista, hace alusión al impacto de una vivencia repleta de vitalidad, frenesí, entusiasmo y que le devolvía al recuerdo de su niñez, conectando de nuevo con su lado más infantil. Un canto a la vida donde la subversión y la transgresión se manifiesta desde el amor.
Durante la exposición podremos disfrutar de diferentes disciplinas artísticas como pinturas, esculturas, dibujos e intervenciones murales que integran el lenguaje del artista con la arquitectura del espacio. Obras que nos trasladan a nuestro niño interior, desde un lenguaje urbano que nutre el universo del artista a partir de la influencia de la música, las series de animación, el cómic, el manga y, como no, la poesía. Desde lo sagrado a lo profano, lo bello y lo siniestro, lo decadente y lo sublime, lo esperpéntico, lo delirante. Obras representativas de este último periodo, articuladas desde un lenguaje y una narración visual más establecida y consolidada, en contraposición a una serie de trabajos inéditos y recientes que simbolizan esa búsqueda constante, hacia nuevos paradigmas y que marcan el dinamismo evolutivo que caracteriza su obra.
En definitiva, Albert Pinya nos muestra todo aquello que está presente en su vida como si de un diario visual se tratara. Sin ninguna duda, una de las exposiciones más relevantes en la carrera del artista que marca un momento determinado en la producción de su obra, anunciando el nuevo rumbo que está tomando.
