Este próximo martes, a partir de las 21:00 horas en Who Electronic Radio (90.5 FM), Zulos Club Radio Show, el programa de la promotora más antigua de Palma, viajará en el tiempo para recordar aquellos maravillosos años a través de diferentes enclaves.
A continuación, el listado (ordenado alfabéticamente) y en el que no negamos haber derramado alguna lagrimilla mientras los realizábamos. Seguramente, nos habremos olvidado de algunos… si bien reconocemos que los hay que han sido obviados de manera intencionada, como las tres desaparecidas salas de Platja de Palma. Tampoco están incluidas las salas que actualmente están operativas con otro nombre, como por ejemplo Plató – La Metro, ahora llamado Tunnel.
01 – BELLMON CLUB (Plaça Mediterrani)
A finales de los años noventa abrió sus puertas Bulevar Mediterráneo, un complejo que contaba con varias salas. Cada una de ellas, con su música y ambiente. En el piso de abajo estaba ubicada Bellmon, una discoteca de dos plantas que vivió sus mejores momentos de la mano de Voodoo House (sábado por la noche) y los Sundays Club. Actualmente, es un lounge asiático.

02 – CULTURA CLUB (Passeig Mallorca)
La primera de las salas dirigidas por Ramón Caimari estuvo situada en el Passeig Mallorca, justo donde ahora hay un garaje. Anteriormente conocido como Basement, las quejas vecinales acabaron con una sala en la que, además de música, también se organizaban exposiciones y ciclos de cine. Allí, entre las paredes pintadas con el sello inconfundible del artista Phil Wolf, nació una marca que luego se trasladó al Passeig Marítim (desde 2010 hasta 2014, con nosotros, Zulos Club, al frente de la programación electrónica) para continuar con el legado de La Boite, King Kamehameha y B-Side.
03 – ES CORB MARÍ (Can Barbarà)
Lo que ahora es una zona fantasma, era un punto de encuentro (y de afters) hace ya más de veinte años. No en vano, al mediodía estaba repleta de clubbers (todos con sus correspondientes gafas de sol). En esa época, Es Corb Marí –posteriormente conocido como Club 113, Cassette Club, Lunita o Ness Club, entre otros- era uno de los locales de referencia.
04 – FACTORY (Plaça Mediterrani)
Un auténtica sala underground que marcó a toda una generación. Situada cerca de Gomila, fue La Meca de la música electrónica en Palma durante sus mejores años. Luego, ya en la época de Voodoo House, abrió también como after. El desaparecido Erick Morillo pinchó allí ya cuando el club vivía sus últimos días. Lleva varios lustros sin actividad.


05 – HEAVEN (Plaça Gomila)
Justo al lado de la famosa Tortillería de Gomila, cuyo dueño fue asesinado, había unas escaleras. Al llegar a la segunda planta, antes de llegar al Tres-23 (otro famoso after antes de pasarse al rock en horario nocturno), estaba el Heaven, un local antes conocido como Terminal. Dirigido por un Gaby Freeman que contaba con la experiencia previa de ‘El Séptimo Cielo’, fue el principal after de Ciutat durante una época en la que sonaba el Mustafa ‘Circles’, Alex Neri y Hatiras.
En la actualidad, el cemento blanco de un bloque de viviendas ocupa su espacio.

06 – LA ISLA (Plaça Gomila)
Cerca de la puerta de Tito`s situada en la Plaça Gomila, donde ahora hay un hotel, en los años noventa había un after dirigido por Piero General y en el que Isaac Indart tuvo una de sus primeras residencias.
07 – LUNA (Passeig Marítim)
También conocida como Pachá y Abraxas, es actualmente la vergüenza del Passeig Marítim. Una discoteca de grandes dimensiones, que además contaba con una amplia terraza, abandonada a su suerte y ocupada por ‘homeless’. Entre sus paredes, ahora llenas de pintadas vandálicas, se organizaron desde inolvidables afters hasta multitudinarias galas de tarde. En una de ellas, Cristian Varela brindó un inolvidable set a cuatro platos.
08 – MAIN CLUB (poco antes de llegar a Gomila)
Uno de mis clubes favoritos, si contamos en los que he pinchado. Con una cabina semicircular que casi te colocaba en la pista, su sonido era espectacular. Fue la sala que vio nacer a La Demence y en la que a un servidor, allá por 2005, le enseñaron a ecualizar una mesa. Su lugar ha sido transformado en un bloque de viviendas.
09 – OCULTO (Plaça Gomila)
Situado donde luego hubo en Q-Zar, fue uno de los primeros afters que hubo en Gomila. Tuvo una segunda etapa bajo el nombre de Luxury Club a finales de la primera década del presente siglo.
10 – PALMA PALMA (Es Jonquet)
La que ahora es conocida como Luna –anteriormente llamada Cerebro, Clan y Art Decó- no ha sido siempre la única discoteca de la Plaça del Vapor, en el barrio de Es Jonquet. En los años ochenta, compartía protagonismo con la icónica Palma Palma.
11 – SATÉLITE (Cala Major)
Otra discoteca inolvidable en la que se formaban grandes colas para poder entrar. Contaba con dos salas, una principal con el techo bajo y otra más pequeña en la que, una noche, pinchó Alaska.
12 – SOULBAHN (Cala Major)
A principios de la pasada década, Mark Os abrió un pequeño club que durante su existencia siempre mantuvo su línea musical. Estaba situado justo debajo de una conocida discoteca de música comercial, donde actualmente hay un supermercado.
13 – UNDERCLUB (Passeig Marítim)
Después de varios intentos fallidos, y alguno de frenado por la competencia de aquellos días, Alberto Seguí dio en el clavo con el Underclub. Situado en la antigua Discoteca Victoria, fue el club de moda en la máxima eclosión del minimal.
14 – VILLARIO (Can Barbarà)

Sin duda, una de las salas que más icónicas de las que ha habido en la capital balear. No en vano, allí se organizaron los primeros afters. Además, dio origen al nombre de uno de los deejays mallorquines con mayor proyección internacional: César del Río.
Señalar que Villario tuvo una segunda etapa en sesiones matinales, ya bajo el nombre de Aqua. Años después se convertiría en restaurante.
15 – WAREHOUSE (Polígon Can Valero)
Probablemente, el último club cien por cien underground en Palma. Escenario de una de nuestras Zulos Club Halloween Addiction y también de un Carnaval, fue la primera nave industrial en Ciutat (el Club 25, en sus inicios llamado Sa Nau, estaba en el Polígon de Marratxí) que apostó por la música electrónica. Y lo hizo con una programación muy selectiva y repleta de jóvenes talentos internacionales.
