Palma celebró este jueves su tradicional fiesta de Sant Sebastià, después de tres años de espera debido a la pandemia y al mal tiempo. El evento comenzó con la salida del Drac de na Coca desde la sede del Ayuntamiento y el encendido del Fogueró en la plaza Mayor, acompañado por una batucada.
En su celebración, el Ayuntamiento de Palma repartió por toda la ciudad 216 «torradoras», de las cuales 10 fueron veganas, en el centro no encontramos ninguna. Entidades y asociaciones vecinales proporcionaron a los palmesanos y visitantes 162.











El encendido del ‘fogueró’ de la plaza Major por el Drac de na Coca dio paso al inicio de la fiesta de la víspera del patrón de la ciudad.
Los ciudadanos tomaron las calles de la ciudad desde antes del inicio de la Revetla oficial en la plaza Major, mucho turista y residente extranjero miraban y fotografiaban con asombro el Dragón que con su encendido daba inicio a las fiestas.
En el aspecto musical, pobre y con fallos de sonido y luces, quedaba deslavazado y sin coherencia en las distintas plazas de la capital mallorquina. En esta edición Cort solo ha ofrecido cinco plazas para los conciertos oficiales frente a las ocho habituales e incluso las trece que se llegaron a desplegar en ediciones anteriores. Todos los artistas llenaron de gritos y bailes las plazas donde actuaron, los más mayores disfrutaron con Mikel Erentxun, los adolescentes de Amaia y el mallorquín Marc Seguí que con problemas en un ordenador su concierto empezó con 1 hora de retraso.







La falta de iluminación en Palma, suponemos que por el ahorro energético, hizo que la fiesta de la luz estuviera a oscuras. Solo la ilusión de los vecinos por poder disfrutar de un poco de hamburguesas, salchichas y sobrasada cocinada sobre una parrilla en la calle y el encuentro con amigos pudieron salvar esta fiesta.












