La gran manzana fue testigo de un momento inesperado cuando Bad Bunny y Jimmy Fallon decidieron convertir el metro de Nueva York en un escenario lleno de sorpresas y diversión. Lo que parecía una tarde común en la estación de la calle 50 bajo el Rockefeller Center se transformó en un espectáculo único que dejó al público boquiabierto.
Un acto inesperado que dejó huella
El pasado lunes 13 de enero, Bad Bunny, el multifacético artista puertorriqueño, y Jimmy Fallon, el carismático anfitrión de The Tonight Show, decidieron llevar la música directamente al corazón de la ciudad. Disfrazados con pelucas, gafas de sol y barbas falsas, ambos se adentraron en la estación del metro junto a The Roots, la banda residente del programa, para ofrecer una actuación en vivo que mezcló sorpresa y humor.
Fallon inició la dinámica presentándose ante las cámaras: “Estamos en la estación de metro de la calle 50 justo debajo del Rockefeller Center con Bad Bunny. Vamos a tocar música disfrazados. Nadie sabe que esto va a suceder.” Y con esas palabras, ambos se lanzaron a la aventura.
Una versión de los Backstreet Boys
El espectáculo comenzó con Fallon tomando el micrófono para interpretar el icónico tema “I Want It That Way” de los Backstreet Boys. A medida que la música avanzaba, los pasajeros curiosos comenzaron a agruparse, atraídos por la inusual escena de los músicos en el andén. Bad Bunny, acompañando la actuación con un tamborín, se unió al coro mientras la multitud coreaba y grababa cada momento con sus teléfonos.
El clímax llegó cuando Fallon reveló la verdadera identidad de ambos artistas: “Bienvenidos a Nueva York, soy Jimmy Fallon y este es Bad Bunny”. Las ovaciones estallaron, y los rostros de asombro inundaron la estación.
Bad Bunny canta “NUEVAYoL” para cerrar con broche de oro
Tras la revelación, Bad Bunny tomó el centro del escenario para interpretar “NUEVAYoL”, un tema de su último álbum “Debí Tirar Más Fotos”, lanzado el pasado 5 de enero. Fallon, visiblemente emocionado, se unió al ritmo con el tamborín, mientras la audiencia cantaba y gritaba en adoración.
La energía del público fue palpable. Algunos saltaban y aplaudían, mientras otros no dejaban de grabar la increíble escena. Bad Bunny, fiel a su estilo, cerró la actuación con un sincero “Gracia, gracia, gracia, Nueva York”, desatando aún más aplausos y vítores.
Un momento que conecta con la ciudad
La actuación no solo fue una muestra del carisma de Bad Bunny y Fallon, sino también una representación de cómo la música puede romper barreras y conectar a las personas, incluso en un lugar tan cotidiano como el metro de Nueva York. El evento, cuidadosamente orquestado pero lleno de espontaneidad, dejó claro por qué ambos son figuras tan queridas en sus respectivas industrias.
La conexión de Bad Bunny con el público
Este tipo de actos refuerzan la imagen de Bad Bunny como un artista cercano, creativo y versátil. Su capacidad para sorprender y conectar con sus seguidores no solo en grandes escenarios, sino también en situaciones más íntimas y urbanas, lo consolidan como uno de los nombres más destacados en la música actual.
Bad Bunny y Jimmy Fallon demostraron que, incluso en una ciudad tan acelerada como Nueva York, siempre hay espacio para momentos mágicos que nos recuerdan el poder de la música. Este acto no solo sorprendió a quienes estaban presentes, sino que también resonó en las redes sociales, llevando la experiencia a millones en todo el mundo.