A día de hoy, los videojuegos son uno de los puntales del ocio digital. Se trata de un mercado de enorme magnitud que, se calcula, tiene un tamaño de cerca de 230.000 millones de dólares. Lo cierto es que su evolución ha sido constante y cada vez ha atraído a más generaciones. Todos tenemos en mente ejemplos de consolas de videojuegos, pero ¿conocemos bien sus orígenes? Es hora de hacer un recorrido por la historia de estas máquinas que han entretenido a millones de personas en todo el mundo y forman parte de nuestra cultura.
Los años 70: Orígenes y la pionera Magnavox Odyssey
El nacimiento oficial de las consolas se remonta al año 1972. Aunque, cabe señalar que entre los 50s y los 60s ya habían aparecido los primeros ensayos de juegos, con una simplicidad que nos parecería inaudita hoy en día. Nos referimos al clásico juego de los “palitos” a cada lado de la pantalla y una bola que teníamos que conseguir rebotar. Era el juego llamado “Pong”. Pero en el 72 llegó la Magnavox Odyssey, la primera consola de la que se tiene constancia oficial. Los títulos eran extraordinariamente sencillos y basados en la mecánica de “Pong”, pero esta máquina ya incorporaba unos controladores que hacían mucho más fácil jugar a este tipo de entretenimientos. Aparecieron muchas imitadoras de la Odyssey, pero sólo otras dos triunfaron esa década: la Coleco Telstar y la la Atari 2600.
Los años 80: Comienza el dominio japonés
El mercado asiático, no es ningún secreto, siempre ha manifestado cierto liderazgo en esto de los videojuegos. La afición por estos entretenimientos pronto caló en la región, aumentando las ventas y, por tanto, creando una demanda que quisieron hacer suya. A mitad de la década, las grandes marcas japonesas empezaron a dominar el mercado, lanzando juegos innovadores y con muchas más opciones que los existentes hasta entonces. Una de las claves del gran cambio fue la introducción de chips más avanzados, que permitían una calidad desconocida hasta la época. Durante estos años, las consolas empiezan a marcar su identidad en base a los bits de sus procesadores. El formato también cambió: de los casetes se pasó a los cartuchos.

Los años 90: Se consolida el poder asiático y triunfan las máquinas físicas
Con la década de los 90, llegó el color a los juegos. Es la era de los 16 bits. Todo es más rápido y se puede jugar con más opciones. También se extienden los juegos en las máquinas físicas, conocidas como “Arcades”. Al igual que estos aparatos, otra fuente de ocio de la época, los tragamonedas, muestran diversas temáticas de slots, como los que hoy encontramos en el entorno digital. Es una época increíblemente creativa. Los asiáticos mejoran constantemente. No sólo estrenan títulos más variados y tienen mejor hardware, además lanzan las consolas portátiles, que representan un éxito inmediato. La comodidad suple, con creces, la limitación de calidad de algunos juegos, con los que se puede disfrutar en cualquier momento y lugar. Pero, además, llega otro gran hito a mediados de la década: los CDs sustituyen a otras fórmulas. Más calidad en menos espacio.
Los años 2000 hasta la actualidad: La red pasa a ser el entorno predilecto
A pesar de que los japoneses seguían dominando el sector, el gigante dirigido por Bill Gates no quiso perder este tren. Llegó el momento de aprovechar la nueva tecnología, basada en la conectividad a internet. Poco a poco, ya no era tan importante tener físicamente el juego, sino que descargarlo, a través de la red, pasaba a ser la gran tendencia. Siguiendo el ejemplo de los juegos de casino, el entorno digital triunfaba cada vez más en los divertimentos. La evolución llegaba a las consolas portátiles, con una calidad sorprendente para dispositivos tan reducidos. Aunque, lo cierto que es que, los últimos años, el móvil ha comido mucho terreno a todas estas máquinas y se ha convertido en la herramienta predilecta para jugar. A día de hoy, en las consolas se impone el 4K y el realismo más absoluto. La ficción imita a la realidad con sus animaciones y efectos. Y aún falta mucho por venir. La historia de los videojuegos y las consolas se escribe a diario.