El incendio que afectó a alrededor de 2.500 hectáreas de los términos municipales de Andratx, Calvià y Estellencs conmemora este miércoles su décimo aniversario.
El fuego iniciado el 26 de julio de 2013 requirió de la participación de un total de 32 medios aéreos y más de 400 personas para las tareas de extinción que se prolongaron durante dos semanas, hasta que el 13 de agosto se dio por sofocado.














El fuego afectó 858 hectáreas de superficie boscosa arbolada –sobre todo pinar, pero también encinar y otras especies–, el resto principalmente fue matorral, otros arbustos o zonas sin árboles.
Una vez el fuego se dio por extinguido, empezaron las tareas de restauración para garantizar la seguridad de las personas y bienes, hacer el control y la prevención de los procesos erosivos, la aparición de plagas, la regeneración de la cubierta vegetal en casos concretos, proteger o recuperar especies vegetales concretas, y sensibilizar sobre la cultura de la autoprotección ante los riesgos de incendios a la población.
Además, existieron diferentes iniciativas de participación ciudadana, con más de 1.000 personas colaboradoras y 510.000 euros recaudados por aportaciones económicas voluntarias, que junto con el presupuesto aportado por la entonces Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio y también por el Ministerio de Medio Ambiente, sumaron un total de 1,36 millones de euros de financiación.
Con esta dotación, se ejecutaron actuaciones en unas 30 hectáreas para garantizar la seguridad y así retirar los árboles con riesgo de caer sobre la red viaria principal, viviendas, infraestructuras o zonas de elevado uso público.