Lo primero es darte la enhorabuena por el MEM Award a mejor deejay hard techno de 2024…
Muchas gracias. La verdad es que sigo en ‘shock’, ya que no me lo esperaba. El hecho de estar nominado ya era una pasada, así que imagínate que alegría me llevé al ganar y subir al escenario del Teatre Xesc Forteza a recoger el premio. No tenía ni discurso preparado. Pero bueno, me salieron las palabras del corazón.
Si te digo la verdad, no pude ni dormir de la emoción. Fue todo muy mágico en una noche que contó con buena parte de la escena de la isla, desde los más veteranos a los jóvenes. Recibí decenas de felicitaciones a través de las redes y de WhatsApp.
Desde aquí, si me lo permites, quiero volver a dar las gracias a los que me votaron y apoyaron, además de a vosotros (Zulos Club y La Siesta Magazine) por organizar estos premios que tienen que servir para reunirnos, aunque sea por una noche, a todos los que formamos parte de la escena. El próximo año, si no estoy nominado, espero que me dejéis entregar el trofeo a quien me releve en el palmarés (risas).
– Lo tendremos en cuenta. Cambiando de tema… ¿Cómo y cuándo empezaste a pinchar?
Desde pequeño siempre he escuchado música. La electrónica la descubrí gracias a mi tío Antoni, sus recopilatorios de Pont Aeri y cintas de Xavi Metralla o Marc Escudero. Ese sonido me fascinó. En realidad, cualquiera que tuviera un sintetizador me llamaba mucho la atención. Luego, me empecé a interesar por otros estilos, como el rap, y me compré mi primer plato, más que nada para hacer ‘scratchs’ con una base de fondo. Tenía unos 15 años.
Tres años más tarde, a los 18, fui a la Sala Fònica. Aquella noche, en la que escuché por primera vez ‘minimal’ y ‘techno’, cambió mi vida. Poco después, me compré otro plato, un mezclador y comencé a practicar durante días y noches con un amigo. Ya por entonces, había cambiado los discos de ‘rap’ por los de música electrónica.
Me acuerdo de que era frustrante porque no me salían las mezclas. No había manera, hasta que me di cuenta de que el «truco» era separar las dos canciones en la cabeza para así poder mezclarlas.
– ¿Recuerdas tu primer bolo?
Pues fue en 2008, cuatro años después de comprarme mi primer equipo. Recuerdo que fue en el New Class de Felanitx, gracias a mi amiga Elisabeth Connor, y que estaba muy nervioso. Pinché de 01.30 a 03.00 horas y, si te digo la verdad, las dos primeras mezclas fueron un desastre (risas). En la tercera, me subió la adrenalina y reaccioné. Posteriormente, pinché en muchas fiestas privadas y en la Sala Fònica, donde las primeras veces temblaba de lo mucho que me imponía.
En mi opinión, para ser deejay, es necesario quemar etapas. Es decir, hay que pinchar en salas vacías y a primera hora. Eso te da las tablas y la experiencia necesaria para mezclar en público, que no es lo mismo que hacerlo en casa o con tus amigos.
– Por cierto, ¿Quiénes han sido tus influencias?
Como deejays, te diría que uno, sin duda, es Umek. Otros serían Cristian Valera, Jeff Mills, Derrick May, que creo que es mi favorito, Dj Pepo y Richie Hawtin. En cuanto a ‘hard techno’ te destacaría a Pet Duo y Dj Lukas.
En cuanto a productores, me quedaría con The Advent y con Industrialyzer. Para mí, son dos referentes. He ido muchas veces a Fabrik a verlos.
– Precisamente te iba a preguntar por tu faceta de productor…
Hice mis primeros pinitos en 2011, si bien no me lo tomé en serio hasta 2015, cuando me apunté a un curso en una academia que me recomendó mi amigo Esteban López. Yo, por entonces, estaba pensando en dejar de pinchar, ya que en la isla no había clubs que apostaran por el ‘hard techno’ salvo el Gothic, donde había pinchado en Nochevieja.
Poco después, todo aquello de la producción cobró sentido. Me quedé totalmente enganchado, hasta el punto que, durante los siguientes años, apenas me levantaba de la silla. Me pasaba horas y horas delante del ordenador, apostando por un nuevo sonido cuyas producciones fueron acogidas por grandes sellos como Tronic, Planet Rythm, IAMT, Orange Recordings, DSR Digital, Cause Records o Sonaxx. Gracias a eso, artistas como Richie Hawtin, Pet Duo, Charlotte de Witte, Amelie Lens, Bárbara Lago, Vendex, Luciid, Cassie Raptor, Kozlov, Spartaque, Indira Paganotto o Umek han pinchado temas míos. En total, debo tener unas 200 producciones propias, además de unos cuantos remixes.
Mi próximo trabajo es un EP, un disco de seis ‘tracks’ que saldrá en digital y también, por primera vez, planchado en vinilo. También sacaré otro con Pet Duo. Somos amigos desde hace tiempo y nos llevamos muy bien, por lo que todo fluye sin ningún tipo de complicaciones. La verdad es que me encanta producir y poder enseñar mis conocimientos. Tuve la suerte de poder hacerlo durante unos dos años en la academia donde aprendí, pasando de ser un alumno a ejercer como profesor (risas).
– ¿Cuándo consideras que cambió tu carrera?
La producción ha marcado un antes y un después en mi carrera. Mis temas me han permitido viajar, conocer mundo y pinchar en lugares tan alucinantes como el ADE (Amsterdam Dance Event), justo antes de la pandemia, o en Japón, además de en muchas ciudades de la península. Tengo la suerte de salir mucho en plataformas como Beatport, lo que te abre las puertas a las contrataciones a nivel global.
– Imagino que, después de tantos años, tendrás alguna anécdota que contar…
Una que me sucedía a menudo era que la gente, aquí en Mallorca, me hablaba en inglés. Se creían que era extranjero (risas) y flipaban cuando les decía que era de Binissalem. Una más reciente fue con mi ‘edit’ del “Another love” de Tom Odell, que se hizo viral en Tik Tok. Es alucinante ver a toda la gente cantándola.
Otra menos divertida me ocurrió en el Bambo, precisamente la noche en la que tenía que hacer mi primer ‘all night long’. Además, era mi cumpleaños. Al llegar, ninguno de los dos ‘pendrives’ funcionaba. Así pues, me tuve que ir pitando a mi casa, en Binissalem, mientras dos amigos me cubrían las espaldas en la primera hora. Por fortuna, todo se solucionó y pude pinchar sin problemas, si bien el estrés fue importante. De hecho, tuve que pillar el MAC y pasar la música en la misma sala.
Como productor, tengo dos temas dedicados a mis hijas: Emma y Alba, que ahora tienen cuatro y tres añitos, respectivamente. Ambos llevan como títulos sus nombres y cuentan con el respectivo sonido de sus ecografías.
– Vamos acabando… ¿Cuál ha sido la fiesta de tu vida?
Supongo que la primera vez que pinché, la que te he comentado antes en New Class, fue la más especial. De las más recientes me quedaría con la primera fiesta de ‘hard techno’ que hubo en La Roca. Fue en 2022, con Pet Duo y conmigo como cabezas de cartel. Aquella noche me impulsó en la isla. Otra muy importante fue la primera Sonder Techno Rave en la sala 3 de Es Gremi. Fue espectacular.
– Por último, ¿Qué consejo le darías a alguien que quiera aprender a pinchar?
El primero y más importante, que aprenda a pinchar a la vieja usanza, sin pantallitas ni nada de eso. Que lo haga de oído, me da igual si es con vinilos o con cd’s. Y sobre todo, que tenga paciencia, algo que es fundamental para pinchar o producir.
FAST CHECK
- Un deejay: Derrick May
- Un productor: The Advent
- Un tema: “T1” de The Advent vs Industrialyzer
- Un estilo que no sea electrónica: metalcore
- Un club: Fabrik
- Un festival: Ultra Miami
- Una comida: spaguettis
- Una bebida: cerveza
- Una película: ‘Interstellar’ (Christopher Nolan, 2014)
- Una serie: ‘Dragon Ball’
- Un lugar para perderse: Japón