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Ralfus: “Entre cierres y sanciones, en esta isla se lo están cargando todo”

Conocido artísticamente como Ralfus, Rafael Rosselló Méndez (Palma, 1981) lleva más de dos décadas pinchando. En 2009, hace ya trece años, fundó junto a César Martín la popular promotora Rex Party. Desde entonces, es habitual en las cabinas de los mejores clubes de la isla. En plena temporada estival, hemos conversado con él para conocer un poco más sobre su trayectoria.

¿Cómo y cuándo empezaste a pinchar?

Todo empezó cuando tres amigos del barrio de Es Secar de la Real se compraron unos Technics y una mesa. Recuerdo que montaron el equipo en la casa de uno de ellos, de David (Darksi). Era una ‘possessió’ de Establiments, en la que habilitaron un pequeño cuartito. Allí pasábamos las tardes, grabando nuestras mezclas en cintas. Años después, esos mismos cassettes nos sirvieron para echarnos unas carcajadas. Y es que, no veas, los ‘caballos’ que hacíamos (risas).

Al poco tiempo, David montó un estudio de grabación en la calle Aragón. El espacio contaba con tres cabinas que utilizábamos para practicar nuestras mezclas. También iba mucho por Virus, donde podías grabar tu sesión. En esa época fue cuando empecé a comprarme vinilos.

Poco después, me hice en Cash Converters con mi primer equipo: dos platos Technics y una mesa Pioneer de dos canales. Todavía lo conservo. Tenía unos 20 años.

¿Cuándo empezó tu carrera?

Empecé pinchando como muchos de nosotros, en fiestas privadas y cumpleaños. Luego, tuve varios bolos en El Garito. En esa época, trabajaba allí de camarero. La verdad es que me empapaba a diario de música.

En la noche de Carnaval de 2009, David Puchetti me invitó a pinchar en el King Kamehameha junto a Pepe Link y Salvador de Bahía. Aquel día nació Rex Party. Por entonces, mi socio César Martín tenía un restaurante que se llamaba Garage Rex. De ahí viene el nombre de nuestra promotora que ha pasado por Kali Beach, Il Chiringo (Palmanova), El Chiringuito Beach (Arenal), Urban Club y el año pasado, por el Oceans Beach Club.   

Nuestro concepto incluye muchos eventos en el que combinamos la gastronomía con la música electrónica. Por ejemplo, ahora organizamos con nuestra marca Nit de Vins las ‘Vértigo Burgers’ en el sky bar del Hotel Leonardo, antiguo OD.

¿Con que estilo te sientes más cómodo?

Ahora mismo, con el minimal house. Combina ambos rollos y es muy bailable. Además, incluye vocales y eso me gusta ya que la pista lo agradece.

De todas maneras, pincho de todo ya que estoy metido en varias historias diferentes. Dependiendo del lugar y de la hora, pongo un estilo u otro.

¿Cuánto tiempo dedicas a la búsqueda de nueva música?

Pues me paso un par de horitas, tres o cuatro días a la semana. Intento ser muy selectivo ya que no me gusta repetir mucho los mismos temas en mis sesiones.

Ahora disponemos de mucha más música que antes. Pero no hay ningún tipo de filtro. Es decir, todo sale publicado. Antes, muchos de esos temas no hubieran salido.  

¿Eres más de día o más de noche?

Me gusta mucho más el día, ya que los eventos siempre suelen ser al aire libre. Aunque bueno, esto ahora en nuestra isla está difícil…

La noche se me pasa muy rápido (risas). Cuando llega el momento de cerrar, siempre digo que me quedaría seis horas más pero eso, con las limitaciones horarias que limitan el ocio, es imposible.  

Con tantos años detrás de los platos, imagino que tendrás muchas anécdotas…

Te contaré una que me pasó no hace mucho en el Brooklyn Club. Estaba pinchando cuando se acercó un chico a la cabina. La verdad es que iba bastante perjudicado. Tanto, que empezó a pedirme hielo ya que se pensaba que aquello era la barra y yo, un camarero. Fue un momento bastante divertido que pudo no haber acabado bien. No quiero ni pensar que hubiera pasado en el caso de derramar su vaso encima de la mesa de mezcla o de los reproductores (risas).

Por cierto, ¿cual ha sido la fiesta de tu vida?

Supongo que las primeras son las más especiales (risas). Guardo un gran recuerdo de las Rex Party en Il Chiringo de Palmanova. Aquello era una locura. Las anteriores, las del Kali Beach, también fueron increíbles. Ahora, eventos de este tipo resultan imposibles de organizar.

Otras inolvidables fueron con Valentín de Moreda en ‘El último paraíso’ de Es Trenc. Me acordaré siempre del último día. Fue un auténtico fiestón. Desde la cabina, solo se veían cabezas de tanta gente que había bailando en la playa. Disfruté mucho de pinchar allí, aunque fuera con ese equipo tan modesto (risas).

Además de deejay, también produces…

Empecé con el tema de la producción en 2010 con el sello Reisei Records. Desde entonces, procuro sacar uno o dos temas cada año si bien ahora lo tengo un poco abandonado (risas).

Mis últimos trabajos han sido para Mysa Label y Yokai Recordings. Antes, también saqué con otros muchos sellos como Escapim Musique.

Tras dos años condicionados por la pandemia… ¿Qué balance haces a este verano?

Muy bueno, con tres o cuatro bolos cada semana. La gente tenía ganas de salir y eso se ha notado en su predisposición para divertirse. Ten en cuenta que veníamos de dos veranos muy difíciles. En el primero, apenas pudimos trabajar y en el segundo, estuvimos condicionados por las restricciones que hasta impedían a la gente poder bailar.

¿Cómo ves la actual escena electrónica en la isla?

Con la pandemia han cambiado muchas cosas. Creo que hemos perdido a una generación. A la gente joven le gusta más el reggaetón o el trap. Estamos en un momento donde la música electrónica ya no gusta a la mayoría. Nos hemos convertido en algo minoritario pero bueno, creo que en cierta manera eso es positivo.

Por otro lado, entre el cierre de chiringuitos o locales al aire libre y la persecución a las fiestas privadas, en esta isla se lo están cargando todo.  

Por último, ¿qué consejos le darías a alguien que está empezando?

Tener mucha paciencia ya que la oportunidad siempre acaba llegando. Y que se pasen horas practicando sus mezclas. Practicar mucho es clave. También que no pongan siempre las mismas canciones. Hay mucha música para estar poniendo lo mismo una y otra vez.

FAST CHECK

  • Un deejay: Cassy
  • Un productor: Traumer
  • Un tema: ‘Manipulation’ de Johnny D.
  • Un estilo que no sea electrónica: flamenco
  • Un club: Club der Visionaere (Berlín)
  • Un festival: Sónar
  • Una comida: ahora, el gazpacho
  • Una bebida: cerveza
  • Una película: ‘Snatch. Cerdos y diamantes’
  • Una serie: ‘Juego de Tronos’
  • Un lugar para perderse: Formentera

Tommy M. Jaume

Licenciado en periodismo, y con experiencia en prensa escrita, radio y televisión. Mallorquinista de cuna y de tercera generación. Apasionado de la música (en especial la electrónica), del cine, de la historia, del deporte (sobre todo del wrestling, la lucha libre americana) y de todo lo que tiene que ver con el misterio.

J. Fernández Ortega

Foto-Periodista especializado en politica, cultura y tendencias. Director de todo esto ( lasiestamagazine.com ). Vivo cerca del paraíso, escribo bajo la mirada de un objetivo, juego cabalgando sobre la luz, viajo para nutrirme de colores y siempre con poco equipaje.

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