Mallorca no solo es un paraíso de calas turquesas y atardeceres imposibles. Es también el epicentro de uno de los eventos náuticos más relevantes del Mediterráneo: la Copa del Rey MAPFRE de Vela, que en su 43ª edición ha vuelto a alzar velas con una inauguración que no ha pasado desapercibida. Mientras los veleros afinan maniobras y tácticas en el mar, en tierra firme, el equipo DK46 Hydra, cinco veces campeón de la regata, comenzó su travesía con una cena privada tan íntima como memorable. El escenario elegido: el icónico Zoëtry Mallorca, joya de la cadena Hyatt Inclusive Collection, que volvió a demostrar que el lujo auténtico nace del detalle.
Una experiencia entre molinos centenarios y vientos de victoria
La velada, titulada Latitud 39ºN: Viento, Tierra y Mar, fue mucho más que una cena: fue una experiencia sensorial y emocional pensada para rendir homenaje a una tripulación legendaria. El evento, organizado con mimo y precisión suiza, reunió a medio centenar de invitados de renombre, entre los que destacaban figuras del mundo de la cultura, el arte y el espectáculo como Fiona Ferrer, Olivia de Borbón y Manu Tenorio, además de representantes clave de Hyatt, Nikki Beach y HM Hospitales, patrocinadores de la embarcación.
Todo comenzó en el molino del siglo XVI de la possessió, donde el chef Andreu Genestra, portador de una estrella Michelin y emblema de la cocina mallorquina contemporánea, ofreció un raw bar vegetal acompañado de cócteles botánicos, panes artesanos y flores comestibles, todo recogido del propio huerto de la finca. Una bienvenida diseñada para activar los sentidos y conectar con el entorno natural de la isla.
Tres actos para celebrar los tres elementos
El menú, dividido en tres actos —tierra, mar y aire—, fue una declaración de amor a la gastronomía local, reinterpretada con sofisticación y creatividad. En el patio central del Zoëtry, bajo una noche estrellada, los comensales degustaron platos tan audaces como un Wellington de anguila o un cochinillo con estética marina, en un ejercicio de arte comestible donde cada emplatado contaba una historia.
La cena culminó en la capilla neogótica del hotel, con una actuación en directo de flauta travesera, cuya melodía evocaba el soplo del viento sobre el mar. Entre infusiones frías, petit fours de autor y cócteles digestivos con esencia marina, se cerró una noche en la que cada detalle reforzaba el mensaje: el Hydra no solo compite, inspira.
Copa del Rey MAPFRE, gastronomía mallorquina y turismo de lujo
Para quienes siguen la Copa del Rey MAPFRE 2025, esta cena no fue un simple prólogo, sino un manifiesto de lo que representa el equipo Hydra: excelencia, elegancia y una conexión profunda con el mar. La elección del Zoëtry Mallorca, uno de los mejores hoteles de lujo en Mallorca, no fue casual. Este enclave no solo ofrece hospitalidad cinco estrellas, sino también una inmersión en el patrimonio y el paisaje mallorquín, convirtiéndose en el aliado perfecto para el posicionamiento de marca de Hyatt Inclusive Collection en el mundo de las regatas de élite.
Más allá de la regata: vivir el Mediterráneo desde dentro
Pero la experiencia no termina en la mesa. Hoy, muchos de los invitados embarcarán para seguir la competición desde el mar, observando de cerca el desempeño del Hydra en las primeras pruebas de esta 43ª edición. De regreso a puerto, el programa social sigue su curso con una comida en Nikki Beach Mallorca, un clásico del ocio de alto nivel y colaborador habitual del evento.
Este inicio confirma lo que muchos ya sabían: la Copa del Rey no solo se disputa en el mar, también se celebra en tierra con el mismo nivel de pasión, estética y excelencia. Y este año, ese viaje ha comenzado con los pies en la campiña mallorquina y el alma empujada por el viento.
