Alcohol y salud lo que dice la ciencia y cómo reducir riesgos

Concurso Coctel 16

El vino tinto no “protege” más que la cerveza y el licor transparente no es “más sano” que el oscuro. La ciencia es consistente: el alcohol es alcohol y su consumo, en cualquier tipo y cantidad, conlleva riesgos para la salud. Aun así, renunciar por completo no siempre es factible. Si decides beber, existen pautas prácticas para disminuir la exposición al etanol, controlar las calorías y evitar efectos indeseados como la resaca. En esta guía te explicamos, con criterio médico y en lenguaje claro, cómo hacerlo.

POR QUÉ EL ALCOHOL ES PERJUDICIAL

El etanol se metaboliza en acetaldehído, una sustancia tóxica capaz de dañar el ADN. Ese proceso afecta distintos tejidos —boca, garganta, hígado, colon y mamas— y, durante la reparación celular, pueden aparecer mutaciones con potencial cancerígeno. No importa si procede de vino, cerveza o destilados: el factor de riesgo principal es la cantidad total de etanol.

El papel del A.B.V. y la exposición total

Para estimar tu exposición, observa el alcohol by volume (A.B.V.) declarado en la etiqueta. A menor A.B.V. por volumen servido, menor carga de etanol. Por ejemplo, entre dos cervezas del mismo tamaño, una de 4% A.B.V. aporta aproximadamente la mitad de etanol que otra de 8%. En términos generales, la cerveza contiene menos etanol por onza que el vino, y el vino menos que los licores, aunque hay amplias variaciones (ciertas cervezas fuertes superan a algunos vinos, e incluso a destilados suaves en casos extremos).

CÓMO BEBER CON MENOS RIESGO

La regla de oro es elegir bebidas con menor A.B.V. y vigilar la cantidad servida. Un estándar útil: 12 oz (355 ml) de cerveza al 5% ? 5 oz (148 ml) de vino al 12% ? 1,5 oz (44 ml) de licor al 40%. Mantener esas equivalencias en mente ayuda a comparar “una copa” con otra de forma justa.

Coctelería: difícil de calcular

En cócteles, el A.B.V. real es más difícil de estimar porque intervienen varios destilados y mezcladores (refrescos, jugos, siropes). Si necesitas controlar con precisión el consumo, prioriza cerveza o vino, donde el cálculo es más directo.

Evita combinaciones con cafeína

No combines alcohol con cafeína (p. ej., espresso martini o vodka con energizantes). La estimulación enmascara la embriaguez, puede llevar a beber más de la cuenta y aumenta el riesgo de intoxicación.

MITOS SOBRE TIPOS DE ALCOHOL Y RESACA

No hay una categoría “saludable” de alcohol: rojo frente a blanco, claro frente a oscuro. Lo que cambia el riesgo es la dosis total de etanol. No obstante, en el terreno de la resaca sí hay matices.

Congéneres y severidad de la resaca

Las bebidas oscuras (bourbon, ron, brandy) acumulan más congéneres, compuestos generados en la fermentación y maduración que aportan color, aroma y sabor. Más congéneres suele equivaler a resacas más intensas. Existen excepciones: algunas tequilas claras pueden contener niveles elevados de congéneres, por lo que “claro es mejor” no siempre se cumple. Aun así, recuerda: los congéneres influyen en la resaca; la salud a largo plazo la determina el etanol.

CALORÍAS, AZÚCARES Y PESO CORPORAL

El alcohol aporta calorías vacías y, en exceso, favorece el aumento de peso y la obesidad. Los mezcladores azucarados (refrescos, jugos, siropes) añaden más calorías y azúcares libres, incrementando el riesgo cardiometabólico (diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular). Elegir mezclas sin azúcar o reducir el tamaño del trago son estrategias sencillas para limitar la carga calórica sin renunciar del todo a la vida social.

ESTRATEGIAS PRÁCTICAS PARA REDUCIR RIESGOS

1) Opta por menor A.B.V. y porciones estándar. Busca en la etiqueta el A.B.V. y prefiere opciones más bajas. Servidos medidos ayudan a no subestimar.

2) Alterna con agua. Hidratarse entre bebidas reduce la tasa de consumo y puede mitigar la resaca.

3) Come antes y durante. Comida rica en proteínas y grasas saludables retrasa la absorción y reduce picos de alcohol en sangre.

4) Evita rondas y shots. Las tomas rápidas elevan la concentración de alcohol y favorecen decisiones impulsivas.

5) Limita mezcladores dulces y cafeína. Menos azúcar, menos calorías y menos riesgo de sobreconsumo.

6) Planifica el final de la noche. Transporte seguro y un “límite personal” predefinido (p. ej., dos unidades estándar) disminuyen eventos adversos.

No existe alcohol “seguro”; lo “menos malo” es menos cantidad y menor A.B.V., con hidratación adecuada y decisiones planificadas. Si eliges beber, hazlo con información y límites claros.

Malik Dehouche

Licenciado en Periodismo en el Centro de Enseñanza Superior Alberta Giménez (CESAG). Pasé por IB3 Radio y por Cope Mallorca; ahora, en Mallorcadiario.com desde enero de 2023. Periodista polivalente, sobre todo apasionado de los deportes y, ahora, también de los sucesos. Disfrutando de juntar letras para contar historias. Generación del 96.

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