Solo se sabe una cosa sobre el futuro musical de Rihanna: la brecha de casi cuatro años entre sus actuaciones en vivo se cerrará el domingo cuando regrese al escenario más grande de la música, encabezando el espectáculo del descanso de la Super Bowl en el State Farm Stadium de Glendale, Arizona. Su compañía Savage X Fenty ha agotado las camisetas de esta edición especial en la que se puede leer: «Concierto de Rihanna interrumpido por un partido de fútbol, extraño pero lo que sea».
Rihanna, asidua en las redes sociales, ha sido particularmente creativa en jugar con sus fans en lo que mostrará en el show del descanso, incluso con un trailer oficial de su actuación en el Super Bowl con un coro de voces clamando por el nuevo tema de Rihanna. Pining for «R9» (como se conocerá su próximo LP) se ha transformado gradualmente de un deseo serio con una frase clave de Internet en una condición existencial crónica: el «Waiting for Godot» de la música pop. Es la «Desintoxicación» de esta generación. Los miembros de su base de fans, las Rihanna Navy, han convertido la frase «dónde está el álbum» en un meme, en el que Rihanna ha participado ocasionalmente, haciendo un guiño a sí misma.
Durante su tiempo fuera de la música, Rihanna ha proporcionado suficiente material a sus fans para mantener la llama viva, sin revelar mucho. Su mística se ha disparado en su ausencia, lo que permite a la gente proyectar su imaginación con el futuro de la cantante. Ella lo es todo para ellos, la excepción de todas las reglas.
A menudo se la imaginan como una descarada dama del ocio, gracias principalmente a su aspiracional cuenta de Instagram @badgalriri, sin embargo ha trabajado lo suficientemente duro como para convertirse en una de los músicos más ricos del mundo. Es difícil pensar en un CEO con un índice de aprobación cultural más alto; en agosto de 2021, cuando Forbes estimó su patrimonio neto en 1.700 millones de dólares, un titular en la web Refinery 29 declaró: «Rihanna es la única multimillonaria que se le permite existir».
