«Tengo 26 años y tengo dignidad». Así comienza ‘Nevenka’, la serie documental de tres episodios que se puede ver en la plataforma Netflix. En ella se repasa el caso de acoso sexual que sufrió una joven concejala del ayuntamiento de Ponferrada (León) hace poco más de veinte años.
Un caso conocido porque fue la primera vez que un alcalde (Ismael Álvarez) era condenado por un delito sexual. Lo que lo distancia la anécdota del caso único es la reacción que despertó en la opinión publica. ¿Una chica guapa y joven denunciando a un superior? «Algo querrá». La denuncia de Nevenka hizo aflorar a una sociedad que cuando la víctima habla se le señala a ella, y en este caso su pecado fue ser bonita, pero hubiera dado igual de no serlo, porque habría otras excusas para hacer más difícil el camino.
«Esta es la historia de una mujer sensata que, cuando se dio cuenta de que todo lo que le habían contado era mentira, fue al juzgado, denunció los hechos y lo puso todo patas arriba». Esta frase, pronunciada por el escritor y periodista Juan José Millás (75), resuena en los primeros minutos de ‘Nevenka’. Ganó en los tribunales pero perdió el juicio público. Millás, escritor y periodista, fue uno de los primeros en alzar su voz mediática posicionándose junto a la víctima.
Millás recupero en 2004 esta historia en un libro «Hay algo que no es como me dicen: El caso de Nevenka Fernández contra la realidad» este año la productora Newtral de Ana Pastor se hace eco con la dirección de Maribel Sánchez-Maroto.
El #MeToo patrio, de una época de bonanza económica, con todo el revuelo producido cuando una joven muchacha decide dar un paso inaudito. Ver las reacciones de la gente, los interrogatorios, esa culpabilización a la víctima en una época nada lejana a la nuestra nos recuerda cómo ha cambiado la conversación sobre este tema.