Lo primero es darte la enhorabuena por las dos nominaciones en los MEM Awards…
Muchísimas gracias. La verdad es que fue una noche muy linda, con ese hermoso homenaje a Winrich, y también necesaria para unir a nuestra industria y mostrar que la música electrónica también es cultura.
Se formó una gran energía en el Teatro, donde hubo muy buen rollo. Ya tengo ganas de la edición del próximo año…
– ¿Cuándo empezó tu relación con la música?
Pues te diría que en el colegio, cuando era un niño, en Argentina. Recuerdo que, en las actuaciones de final de curso, yo siempre quería tocar la percusión. Incluso, sobre los 9 años, le pedí a mi madre que me comprara un bombo, que es un instrumento que se usa mucha en el folklore argentino y también el fútbol para animar, en mi caso, al Instituto Atlético Central Córdoba, un modesto equipo en del que, por ejemplo, salió Paulo Dybala.

A los 11 años, nos vinimos -mis padres, mi hermano mayor, mi hermana menor y yo- a Mallorca debido a la delicada situación que atravesaba mi país. Al cumplir los 14 o 15 ya me empecé a interesar por la música electrónica, sobre todo porque mi hermano y sus amigos no paraban de hablar de sus fiestas y de lo bien que se lo pasaban.
Al principio, debido a mi edad, no querían que fuera con ellos. Pero bueno, yo me enteraba de donde iban a ir y me presentaba allí con mi moto de 49cc (risas). Finalmente, y a base de insistencia, conseguí que me llevaran en más de una ocasión.
– ¿Y cuándo empezaste a pinchar?
A los 15 o 16 años, mis padres me regalaron una mesa de dos canales. Poco después, le compré a Javitoh, que es vecino mío en Llucmajor, unos platos Numark, de esos con correa.
Monté una cabina en un cuartito que teníamos en el piso superior de casa. Puse hasta un sofá. Y es que allí, me pase horas y horas practicando. Todavía me acuerdo de la sensación de cuando empecé a clavar las mezclas.
– ¿Recuerdas tu primer bolo?
Bueno, te diría que el primero que considero como oficial fue en las fiestas de mi pueblo, en Llucmajor. Creo que tan solo toque una media horita. Y es que, por entonces, no me gustaba pinchar para la gente, puesto que tenía pánico escénico. A más de un amigo le hice borrar mi nombre en alguno de sus ‘flyers’.


Eso debió ser alrededor de 2007 o 2008. Los diez años siguientes me los pasé pinchando en mi casa, sin ninguna pretensión. Luego, ya en 2018, me apunté a un curso de producción musical de tres años y medio en la Universidad de Zaragoza.
– ¿Y cómo superaste lo de tu pánico escénico?
Pues cuando empecé a organizar mis propias fiestas, alrededor de 2019. Pero no ha sido fácil. Para que te hagas una idea, en esos primeros eventos yo no pinchaba. Hasta que todo cambió en un evento privado con unas 400 personas, en el que me sentí muy cómodo. Entonces, me decidí a dar el paso y crear nuestra marca: Yûgen.
– Por cierto, ¿Qué significa la palabra Yûgen?
Es una palabra japonesa que sirve para definir una energía que no se puede expresar con palabras. Es decir, que es necesario vivirlo.
Empezamos en 2020, justo cuando nos empezaron a dejar salir tras el confinamiento, con eventos privados. Luego, nos dieron nuestra primera oportunidad en el ‘Selva Club’ y, a partir de esa noche, despegamos.
El próximo mes de julio, concretamente el día 13, celebraremos nuestro quinto aniversario en el recinto del ‘Mallorca Live Festival’.
– De todos los artistas que habéis traído a la isla… ¿Con quién te quedas?
Pues creo que con Jackmaster, que falleció en octubre de 2024, por la manera de desenvolverse con el público. Y también con Chris Stussy, con el que he podido tocar mano a mano en las dos ocasiones que lo hemos traído. Este verano lo volvemos a traer. Esta vez, a BCM.

– A la hora de pinchar, ¿Con qué estilo te sientes más cómodo?
Te diría que con el ‘deep house’ y el ‘house’ en su pura esencia y en sus diferentes registros. Si me pides quién ha sido mi principal referente, tanto como deejay como productor, me quedo sin dudarlo con Laurent Garnier. Me encanta su polivalencia, al poder tocar varios estilos.
– Además de deejay y promotor, también produces…
Tiempo es lo que no tengo (risas). Desde hace un año y medio, apenas toco el tema de la producción, puesto que estoy volcado con la marca, que dirijo junto a mi socia Yolanda Company.
En total, entre producciones propias y remezclas, habré sacado unos 40 temas a la venta. La mayoría de ellos son con Javitoh, de quien he aprendido mucho. Sobre todo, de su humildad. Jamás le he visto quejarse o poner una mala cara.
– Entonces, es cuestión de tiempo que nazca Yûgen Records…
(Risas). No te voy a negar que es algo que tengo en mente, pero, ahora, no es el momento. La marca ha crecido mucho en poco tiempo y tenemos que continuar en esta línea, con paso firme.
– Cambiando tema… Cuéntame alguna anécdota…
Te contaré una que tuvo lugar en Ibiza, donde organizamos una fiesta privada. En un momento dado, decidimos cogerle la furgoneta a mis padres para llevar el equipo. Ellos no sabían nada….
Luego, cuando llegamos a Ibiza, alquilamos una ‘transfer’ para recibir en el aeropuerto a todos los invitados a la villa.
La fiesta fue increíble. Pero, al día siguiente, cuando ya nos íbamos, se rompieron la furgoneta (con todo el equipo dentro) y la ‘transfer’ que habíamos alquilado.
Al llegar a Mallorca, mis padres me pedían todo estaba la ‘furgo’, que permaneció dos días aparcada en un parking cercano de la villa donde hicimos la fiesta. Desde ese día, mi padre esconde las llaves (risas).

– ¿Cuál ha sido la fiesta de tu vida?
Las que montamos en el Castillo de San Carlos fueron muy especiales, ya que el sitio es maravilloso. En ambas fechas, se formaron energías muy especiales.
Ten en cuenta que aquellas fueron las primeras fiestas ‘open air’ que hubo en la isla después de ser salir de la pandemia. Por ello, guardo muy buen recuerdo del proceso: habilitando el escenario, montando las luces y barras…
Como deejay, te diría una con Jackmaster en lo que antes se llamaba ‘Paradise’ del Arenal, el actual ‘Hello Club’.
– Vamos acabando… ¿Cómo ves la escena local?
Creo que importante intentar culturizar al público. Nosotros, por nuestra parte, intentamos que la gente venga nuestros eventos conociendo a los artistas que forman parte de nuestros ‘line-ups’, a través de vídeos y publicaciones en nuestras redes.
– Por último… ¿Qué consejo le darías a alguien que está empezando?
Le diría que tuviera, sobre todo, mucha paciencia y persistencia. También que esté preparado para recibir respuestas negativas. Cada vez que se cierra una puerta, queda menos para encontrar una abierta.
FAST CHECK
- Un deejay: Laurent Garnier
- Un productor: Laurent Garnier
- Un tema: “The man with red face” de Laurent Garnier
- Un estilo que no sea electrónica: cuarteto
- Un club: Watergate (Berlín)
- Un festival: Sónar
- Una comida: milanesa con puré de mi madre
- Una bebida: fernet con Coca-Colá
- Una película: ‘El Padrino’ (Francis Ford Coppola, 1972)
- Una serie: ‘Peaky Blinders’
- Un lugar para perderse: un ‘sunset’ en la montaña