En los retratos oficiales difundidos recientemente, el fotógrafo Hugo Burnand ha logrado capturar la majestuosidad y el simbolismo de la coronación de Carlos III y Camila. Conocido por su trabajo anterior con la familia real británica, Burnand también fue el encargado de inmortalizar la boda de los reyes y el enlace del príncipe Guillermo con Kate Middleton. Estas nuevas fotografías, sin embargo, presentan una notable ausencia: Enrique de Inglaterra y el príncipe Andrés no aparecen en ninguna de ellas.

La primera imagen muestra a Carlos III sentado en el trono de 1902 utilizado por Jorge V y la reina María de Teck durante la coronación de Eduardo VII. El monarca posa junto a tres objetos de gran significado histórico y simbólico, los cuales ya habían sido utilizados en la ceremonia de coronación. Estos objetos, cargados de tradición y responsabilidad, también fueron portados por la reina Isabel II en su retrato oficial tras su propia coronación en 1953.
Sobre la cabeza de Carlos III se encuentra la corona del Estado imperial, en lugar de la corona de San Eduardo utilizada en la abadía durante la ceremonia de coronación. Esta joya está adornada con 2.901 piedras preciosas y fue la misma que el rey llevó durante la procesión por las calles de Londres, desde Westminster hasta el palacio de Buckingham. En su mano izquierda sostiene el orbe del soberano, una pieza de oro del siglo XVII dividida en tres secciones con bandas de piedras preciosas que simbolizan los tres continentes conocidos en la época medieval. Por último, en su mano derecha, muestra el cetro del soberano con cruz, que contiene el famoso diamante Cullinan I, uno de los más grandes del mundo con 530.2 quilates. Este cetro representa el poder temporal del monarca y su asociación con el buen gobierno.

Poco después de revelar la fotografía del rey en solitario, se hizo público un segundo retrato en el que Carlos III posa junto a su esposa, Camila. En esta imagen, la reina consorte se encuentra de pie en la Green Drawing Room de Buckingham, luciendo la corona de María de Teck con la que fue coronada en la abadía de Westminster, así como su Robe of Estate, confeccionada especialmente para la ocasión. Acompañando esta fotografía, los monarcas expresaron su sincero agradecimiento a todos aquellos que contribuyeron a que la coronación fuera una ocasión tan especial.
Sin embargo, estas fotografías oficiales dejan en evidencia una notable ausencia dentro de la familia real británica. Tanto Enrique de Inglaterra como el príncipe Andrés no se encuentran presentes en ninguno de los retratos oficiales. Esta omisión destaca el enfoque selectivo en los miembros activos y representativos de la monarquía británica, evidenciando el núcleo duro que rodea al nuevo monarca.
En la fotografía de familia, se observa a los miembros que acompañaron a Carlos III y Camila durante la ceremonia de coronación. Desde la izquierda, se encuentran el duque de Kent, los duques de Gloucester, la princesa Ana y su esposo Sir Tim Laurence, los príncipes de Gales, el príncipe Eduardo y su esposa Sofía, los duques de Edimburgo y la princesa Alejandra, prima de la fallecida reina Isabel. Estos son los miembros activos de la familia real que también salieron al balcón de Buckingham para saludar al público el día de la coronación.
La ausencia de Enrique de Inglaterra, quien dejó Londres rumbo a California poco después de la coronación, no pasa desapercibida. Su decisión de alejarse de los deberes reales y buscar una vida más independiente ha generado controversia y especulaciones en los medios. Aunque su presencia habría sido esperada en los retratos oficiales, su ausencia subraya aún más la consolidación del núcleo central de la monarquía británica, centrado en Carlos III y los miembros cercanos a él.

Otro notable ausente en los retratos es el príncipe Andrés, quien ha sido apartado de las funciones públicas de la monarquía debido a su relación con el fallecido empresario Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores. Esta exclusión evidencia la postura de la institución real al distanciarse de aquellos miembros cuyas acciones o asociaciones han generado controversia y cuestionamientos.
Los retratos oficiales de la coronación de Carlos III y Camila, capturados por Hugo Burnand, son una representación poderosa de la monarquía británica en este nuevo capítulo. A través de la elección selectiva de los objetos simbólicos y los miembros presentes en las fotografías, se transmite un mensaje claro sobre los valores y la continuidad de la institución. A pesar de las ausencias notables, la imagen proyectada es la de una monarquía en evolución, con un enfoque renovado y un liderazgo sólido encarnado por Carlos III y su esposa Camila.