La metamorfosis de Rosalía con su álbum Motomami es, por definición, una apuesta por el cambio. Primero, porque, literalmente, la cantante mete dentro del álbum todas sus influencias (reguetón, hip-hop, jazz, flamenco o bachata), pero también y sobre todo porque la catalana hace una apuesta firme, osada e irreversible con este nuevo trabajo.
Ahora, con los 16 cortes del álbum a plena luz, se confirma que el disco supera las expectativas en cuanto al nivel de riesgo y que consolida la metamorfosis iniciada hace un par de años. Motomami es una nueva muestra de la osadía de Rosalía (con rima incluida), que es, precisamente, una de las mejores cartas con las que juega la artista, a quien tampoco se le pueden negar ni el talento, ni el instinto ni el esfuerzo.