Drama en el clan Mebarak

Shakira sacude su entorno más íntimo al despedir a su sobrino, Tarik Mebarak, de su equipo de trabajo en plena gira mundial. El joven ha confirmado la noticia alegando que el nivel de exigencia era insostenible, confesando sentirse "tocado" por la decisión. El incidente revela la faceta más estricta y empresarial de la cantante en 2025, quien prioriza la perfección de su tour "Las Mujeres Ya No Lloran" sobre los lazos familiares.
Shakira fulmina a su sobrino

La gira más exitosa de la barranquillera se cobra su primera víctima personal: su propio sobrino, Tarik Mebarak, queda fuera del equipo tras un despido que expone la faceta más implacable de la artista.

La maquinaria detrás de «Las Mujeres Ya No Lloran World Tour» no admite errores, ni siquiera si llevas la misma sangre que la jefa. En un giro de acontecimientos que ha dejado a la prensa latina y anglosajona en shock este sábado, se ha confirmado que Shakira ha despedido a su sobrino, Tarik Mebarak, quien hasta ahora formaba parte del núcleo duro de su equipo de producción y contenidos digitales. Lo que parecía una colaboración familiar idílica se ha transformado en un titular amargo: la exigencia profesional de la colombiana no entiende de apellidos.

Este movimiento estratégico, revelado inicialmente por fuentes cercanas a la familia en Barcelona y Miami, no es solo un ajuste de personal; es una declaración de intenciones. Shakira, quien ha resurgido de sus cenizas personales para montar el espectáculo más ambicioso de su carrera en 2025, ha priorizado la excelencia del show por encima de los lazos consanguíneos, desatando rumores sobre el clima de tensión que se vive en el backstage.

LA VERSIÓN DE TARIK: «QUEDÉ TOCADO»

La noticia, que podría haber quedado en un rumor de pasillo, ha explotado después de que el propio Tarik decidiera no callar. En declaraciones exclusivas recogidas por medios como Vanitatis, el joven ha roto su silencio con una mezcla de tristeza y resignación profesional. «Es un ambiente muy exigente», ha confesado Tarik, dejando entrever que el ritmo que impone su tía no es apto para todos.

«Quedé tocado», admite el sobrino de la estrella, confirmando que la decisión fue unilateral y tajante. Según fuentes internas, el despido no se debió a una traición personal, sino a una discrepancia en los estándares de calidad que Shakira demanda en esta etapa de su vida. La artista supervisa cada píxel, cada nota y cada segundo de contenido que sale de su marca, y al parecer, el trabajo de Tarik dejó de alinearse con la visión perfeccionista de la cantante.

EL «MÉTODO SHAKIRA»: ¿JEFA IMPLACABLE O LÍDER NECESARIA?

Este despido reabre el debate sobre la figura de Shakira como empresaria. Lejos de la imagen de víctima que parte de la opinión pública compró tras su separación, la Shakira de 2025 es una fuerza de la naturaleza empresarial.

  • Control Total: No delega las decisiones finales.
  • Círculo Cerrado: Su equipo se ha reducido a los «leales» que pueden soportar el ritmo de una gira global de 80 fechas.
  • Sin Concesiones: El incidente con Tarik demuestra que nadie tiene el puesto asegurado.

Fuentes de Hola aseguran que la decisión ha sido dolorosa para la familia, especialmente para los padres de Tarik, pero que Shakira se ha mantenido firme. «Ella siente que está en un momento donde no puede cargar con nadie. O sumas al 100% o te bajas del barco», comentan desde su entorno en Miami.

IMPACTO EN LA GIRA Y REACCIÓN EN REDES

La noticia ha corrido como la pólvora en redes sociales. Mientras algunos fans aplauden la profesionalidad de la colombiana («Business is business»), otros critican lo que consideran una frialdad excesiva con su propia familia. Sin embargo, la venta de entradas para las fechas en Europa no se ha resentido; al contrario, la curiosidad por ver a esta «Shakira de hierro» ha aumentado.

Este episodio recuerda a otros grandes momentos de «divas» gestionando sus carreras, como cuando Beyoncé o Madonna han tenido que tomar decisiones drásticas con su equipo cercano. Shakira ya no llora, es cierto; ahora factura y despide, asegurándose de que su imperio siga intacto, aunque el coste sea una silla vacía en la cena de Navidad.