Aparcar se hace duro en un macro festival pero la policia local de Calvia ayudo a adoptar zonas ante tanto trafico. Por el camino hasta la entrada, ayer un lindo paseo entre arboles de lugareños y turistas y hoy un lugar donde observar el espíritu de un concierto, no encontramos el típico botellón que se estila en Mallorca (Quizá la multa de 200€ eche un poco para atrás).
En la entrada algo de cola pero con acceso rápido (si no eres prensa)unas luces te daban la bienvenida acompañadas de un césped artificial a modo de pequeño reducto de descanso, allí nos encontramos con Natalia Y Rosa con sus pelos de colores y su moda festivalera tipo Coachella.
Nos dimos una vuelta para comer algo en los numerosos puestos de comida allí encontramos a Darío un Siciliano dueño de un restaurante Italiano en Alaró “La Bufala”. quien nos cuenta sus aventuras y desventuras por los festivales de Mallorca y de su fantástica comida Italiana. A su lado un puesto de comida asiatica y un poco más adelante los productos verdes y sanos del festival “Mel Fruiters” con Rubén Sánchez y Chloe.
La fiesta había comenzado con el DJ Conejo Manso sobre la arena de la playa, más tarde nos lo encontramos con sus amigos a quienes hicimos una foto, quizá la mejor pose de todo el festival.
Es la hora de la Mala Rodriguez y de su rap hardcore que se come el escenario con su peculiar voz y su magnifico DJ. Placebo tenía todos los números para ser el gran triunfador de la noche, pero una actitud poco amable por parte de la organización hizo que los mirásemos con distancia, una pena. Amaral son lo de siempre, animales de escenario que se comen tema tras tema las tablas, un montón de canciones que aunque no te gusten tarareas e incluso cantas botando sobre el piso asfaltado.
Los tres cabezas de cartel ya los habíamos visto hace 15 años lo que nos lleva a la reflexión de ¿Qué pasa con los grupos nuevos? ¿Dónde están? ¿No atraen tanto como lo hacían otros grupos hace 20 años?
Como siempre las carpas pequeñas se comen a las grandes. En la mayoría de los festivales el publico disfruta y baila mucho más en los escenarios pequeños. Aunque toquen grandes grupos de cabeza de cartel en otro lugar, de lo que más se acuerda uno a lo largo de los años es de de los gratos recuerdos de un baile sonriendo a viejos amigos y nuevos compañeros. Eso volvió a pasar en el Mallorca Live Festival en su primer día.
