En una escapada que combina nostalgia y descanso, la icónica modelo y actriz Emily Ratajkowski ha encontrado tiempo en su ajetreada agenda para recargar energías en Mallorca. A pesar de su estatus como una de las figuras más reconocibles de la industria de las redes sociales, Emily ha buscado un refugio lejos de los focos mediáticos, optando por revivir los recuerdos de su infancia en la isla y construir nuevos momentos junto a su hijo, Sylvester Apollo.
Nacida en Londres en 1991, Emily Ratajkowski pasó gran parte de su juventud en San Diego, California, pero fueron los veranos en Mallorca los que dejaron una huella indeleble en su corazón. Este año, en un gesto que revela su aprecio por la isla, ha regresado con su pequeño Sylvester Apollo, fruto de su relación pasada con el productor Sebastian Bear-McClard. Aunque su matrimonio duró cuatro años, Emily se mantiene activa en su rol de madre, compartiendo su tiempo entre la crianza y su carrera.
La figura pública, con una impresionante cantidad de seguidores en Instagram, ha utilizado la plataforma para dar a conocer su amor por Mallorca. Compartiendo instantáneas íntimas junto a su hijo, Emily ha narrado su conexión con los mismos lugares que frecuentaba en su infancia, llevándolo incluso a la localidad de Sant Joan, donde pasó inolvidables momentos con su familia hasta los 14 años. Un gesto que ha conmovido a sus seguidores fue su atrevido intento de expresarse en catalán, rindiendo homenaje a la isla que considera mágica y su verdadero hogar.
Este fin de semana, Emily disfrutó de un día soleado en Cala Deià, compartiendo risas y momentos especiales con su hijo de dos años y sus amigos. La modelo, cuya bandeja de entrada se llena de tentadoras ofertas laborales a diario, ha demostrado su perspicacia al seleccionar cuidadosamente proyectos que se alineen con su visión a largo plazo. Sus palabras reflejan su compromiso con una carrera sostenible y significativa en la industria del entretenimiento.
En su retiro en Mallorca, Emily Ratajkowski no solo se relaja y desconecta, sino que también construye un puente entre su pasado, su presente y el futuro que está construyendo junto a su hijo Sylvester Apollo. A medida que comparte su amor por la isla en las redes sociales y forja momentos especiales en sus pintorescos rincones, su presencia se vuelve aún más entrañable y auténtica, revelando a la Emily detrás de las cámaras y las luces brillantes.
