Aunque no podamos controlar lo que ocurre, sí se encuentra en nuestra mano decidir cómo nos afecta.
- Pon límites a tu jornada laboral. Es fundamental establecer horarios de comienzo y fin de tu jornada laboral. Trabajes en casa o en la oficina, limitar los tiempos te ayudará a organizar tus horarios.
- Divide los problemas. Fraccionar una situación en partes más pequeñas nos puede ayudar a resolverlo de forma más sencilla y rápida.
- Traza un plan. Decide cómo os organizaríais en caso de necesidad. Tener una hoja de ruta diseñada te permitirá sentirte más tranquilo y con la situación controlada, en caso de que se produzca.
- Busca actividades relajantes para calmar el estrés. Ejercicios como leer, hacer yoga o pasear te ayudarán a despejar las ideas y aportarán tranquilidad para poder ver con perspectiva tus situaciones de estrés ocasional. Además, practicar actividades que te gusten aumentarán tus hormonas de la felicidad, lo que te proporcionará bienestar mental.
- Evita dar vueltas a las cosas. En ocasiones entramos en un “runrún” que no nos aporta ningún beneficio y solo nos genera más estrés. Pensar demasiado los problemas y adelantar posibles escenarios nos aleja de una actitud relajada y tranquila ante la vida.
- Valora la parte positiva. Casi todo en esta vida tiene su lado bueno, pero en ocasiones el estrés nos impide descubrirlo. Una postura tranquila y relajada te ayudará a observar la situación con positivismo, lo cual te proporcionará felicidad.
- Busca pequeños momentos. Aunque vivas en un contexto acelerado, encontrar pequeños momentos para parar, respirar y tranquilizarte te ayudará a rendir más y a trabajar mejor.
- Mejor en compañía. Contacta con tus familiares y amigos o, en general, conecta con otras personas. Ya sea charlar de asuntos sin importancia o compartir tus inquietudes y preocupaciones, la conversación con otras personas te ayudará a desahogarte, podrás recibir consejo y te ayudará a relajarte.
- Respira. En ocasiones los problemas no son tan grandes como pueden parecer en un primer momento. Para, respira, analiza y, una vez conozcas la solución, actúa.
- Come saludable, duerme suficiente y realiza ejercicio físico: Seguir hábitos de vida saludable te ayudará a sentirte positivo, relajado y con una buena actitud ante la vida. Una alimentación basada en la dieta mediterránea, un buen descanso y la práctica de ejercicio físico regular contribuirán a tu salud física y mental, a ver as situaciones de forma más calmada y objetiva y a tomar mejores decisiones.