El cachopo es un plato de arraigo tanto entre los más jóvenes como los adultos y se posiciona como una exquisitez fuertemente presente en nuestra gastronomía tanto a nivel nacional como internacional. Su elaboración no reviste de complejidad, aunque, con todo, exige de técnica, práctica y tenacidad. A pesar de su delicioso sabor y sus generosas dimensiones, el cachopo es una alternativa asequible y una opción al alcance del ciudadano promedio para saciar el apetito de toda la familia.
Es en el seno de la cocina asturiana donde se le presupone linaje tradicional aunque su linaje histórico no es excepcionalmente antiguo como a menudo se tiende a pensar. Esta receta ha alcanzado envergadura y popularidad de forma especial durante las últimas décadas, trascendiendo fronteras geográficas.
Pero, ¿qué sabes acerca de este plato? ¿Vas a comer Gijón? A continuación, analizamos algunas de sus curiosidades más reseñables. ¡Toma nota!
El cachopo más premiado
En el escenario gastronómico asturiano, un nombre destaca de forma especial: Las Tablas del Campillín. Este prestigioso restaurante ha conquistado el corazón y el paladar de los comensales, y su fama se extiende más allá de las fronteras regionales. Sin duda su indistinguible cachopo es la principal razón de su éxito.
Si existe un templo sagrado para el cachopo, ese es, sin duda, Las Tablas del Campillín. Con un impresionante palmarés de 17 premios al mejor cachopo de Asturias, el restaurante ha dejado una huella indeleble en la historia gastronómica de la región. Junto a su restaurante hermano, Vinoteo, ambos bajo el mando del mismo cocinero, han demostrado una y otra vez su habilidad para crear y recrear esta maravilla culinaria.
En 2019, Las Tablas del Campillín demostró una vez más su supremacía culinaria al ganar el Campeonato de Cachopos de Asturias. Pero su éxito no se detiene ahí, ya que su cachopo minero ha recibido 5 premios en tan solo 4 meses, convirtiéndose así en el cachopo más premiado en la actualidad. Su calidad indiscutible y su habilidad para combinar sabores auténticos han conquistado los paladares más exigentes. La Taberna Asturiana que es el nuevo local que han abierto sus propietarios en Gijón donde se pueden comer los mejores cachopos. Además, tienen servicio a domicilio, haciendo envíos en Oviedo y Gijón.
Su origen
El cachopo, un exquisito manjar asturiano, es sin duda uno de los platos más apreciados por los amantes de la gastronomía. Sin embargo, su origen ha sido objeto de controversia a lo largo del tiempo. A través de diversas teorías, se han trazado posibles rastros históricos que podrían conducir a la cuna de esta maravilla culinaria. Dos leyendas se disputan la condición de precursor: el desaparecido restaurante ovetense ‘Pelayo’ y el bar ‘Casa Colo’ en Ceceda. Sea cual sea su origen, el cachopo ha conquistado el paladar a nivel nacional e internacional.
Su nombre
La Real Academia Española (RAE) nos sorprende con una curiosa revelación: el cachopo no es solo un manjar, sino también un término que nos remite a un «tronco seco y hueco del árbol». La historia nos cuenta que este curioso plato debe su denominación a la peculiar forma que adopta: dos filetes rellenos, empanados y unidos, evocando la imagen de un tronco hueco.
Versión reducida
¿Qué hacer cuando el apetito no alcanza para enfrentar el desafío de una gran pieza? La respuesta llega en forma de una solución perfecta: los cachopinos, una versión más reducida y asequible del plato asturiano. Los cachopinos mantienen la esencia y el concepto tradicional pero en una porción más manejable. Una opción ideal para aquellos que desean disfrutar de este plato sin renunciar a otros placeres gastronómicos en la misma velada.
Rasgos distintivos
A menudo comparado con otras delicias empanadas como el San Jacobo o el Cordon Bleu, revela una personalidad única que lo distingue del resto. La autenticidad del cachopo radica en su esencia asturiana, preparado con dos filetes de ternera IGP asturiana, cuidadosamente sellados y rellenos de jamón y queso. Aquí, la elección del queso juega un papel fundamental, ya que el uso de quesos asturianos como Gamonéu, Cabrales, Vidiago o La Peral realza el sabor característico de esta delicia regional.
Recetas similares
Aunque ya es de por sí una experiencia culinaria extraordinaria, ofrece una infinidad de posibilidades para deleitar a los paladares más exigentes. Los rellenos tradicionales de jamón y queso se convierten en una plataforma para la creatividad gastronómica, dando lugar a múltiples variantes que sorprenden y seducen a los comensales. Desde cachopos con cecina, setas, espárragos y pimientos hasta versiones que experimentan con ingredientes no convencionales como pollo, cerdo e incluso pescado, cada bocado es una oportunidad para sumergirse en un abanico de sabores cautivadores.
Versión con panko
El empanado es una parte esencial y su textura puede ser determinante para una experiencia gastronómica excepcional. Es aquí donde algunos maestros de la cocina han optado por un giro sorprendente: el panko, el pan rallado japonés. Con una costra crujiente y ligera, ofrece una nueva dimensión a la experiencia de la versión asturiana clásica. Su miga de pan sin corteza, secada y convertida en copos de mayor tamaño que el pan rallado convencional, se convierte en el aliado perfecto para un empanado perfecto y crujiente.