Descubriendo la verdadera identidad de Cristóbal Colón: un judío sefardí de la Península Ibérica

La búsqueda por determinar el verdadero origen de Cristóbal Colón comenzó en 2002, cuando José Antonio Lorente y Marcial Castro emprendieron la monumental tarea de analizar las diversas teorías existentes. De todas las hipótesis, eligieron ocho que consideraban más factibles, basándose en estudios históricos con sólidos fundamentos. Una de las teorías más destacadas, defendida por […]

La búsqueda por determinar el verdadero origen de Cristóbal Colón comenzó en 2002, cuando José Antonio Lorente y Marcial Castro emprendieron la monumental tarea de analizar las diversas teorías existentes. De todas las hipótesis, eligieron ocho que consideraban más factibles, basándose en estudios históricos con sólidos fundamentos. Una de las teorías más destacadas, defendida por el historiador mallorquín Gabriel Verd, sostenía que Colón había nacido en Felanitx, un municipio de la isla de Mallorca.

El equipo de investigadores no dejó piedra sin mover. Exhumaron los restos del propio Colón, los de su hijo, su hermano, e incluso de nobles de diferentes casas que podrían haber tenido relación familiar con el almirante. Además, se realizaron búsquedas de descendientes en varias ciudades mediante cribados masivos de ADN.

A pesar de estos esfuerzos, el camino no fue sencillo. En 2005, las investigaciones tuvieron que detenerse debido a las limitaciones tecnológicas de la época. Sin embargo, el panorama cambió en 2020, cuando la tecnología de ADN avanzó lo suficiente para reactivar el estudio. Gracias a la colaboración entre la Universidad de Granada y laboratorios en México y Estados Unidos, finalmente se encontraron coincidencias claras en una de las líneas de estudio.

Teorías descartadas y el peso de la genética

A lo largo del proceso, el estudio fue descartando una a una las teorías más extendidas. Se desechó que Colón fuera originario de Portugal, Castilla, Galicia, Francia, Navarra o la teoría más conocida: que su origen era genovés. Incluso, la teoría mallorquina, que inicialmente ganaba fuerza a medida que avanzaban las investigaciones, fue rechazada por los resultados del ADN. Según estos, el famoso navegante, cuyo cuerpo yace en la Catedral de Sevilla, no era hermano de Diego Colón, como sugerían algunas hipótesis.

El estudio de ADN ha arrojado un resultado concluyente: Cristóbal Colón era un judío sefardí, originario de la Península Ibérica, posiblemente de alguna región de Valencia. Esta conclusión, respaldada por el investigador Francesc Albardaner i Llorens, abre una nueva perspectiva sobre la vida y los motivos que impulsaron a Colón a emprender su travesía hacia el Nuevo Mundo.

Albardaner, quien fue clave en el desarrollo de la investigación, explica: «Según mi historia, Colón nació en una familia de tejedores de seda de Valencia, donde había una larga tradición dentro de la comunidad judía. Colón era judío de cultura, religión y, sobre todo, de corazón. Este hombre rezuma judaísmo en sus escritos».

Un hombre de su tiempo: Colón y su legado sefardí

Los estudios históricos y las nuevas pruebas genéticas confirman que Cristóbal Colón pertenecía a la comunidad judía sefardí, una población que, durante siglos, había jugado un papel crucial en la Península Ibérica, en particular en el comercio, las artes y la navegación. La situación social y política de los judíos en la Península Ibérica en tiempos de Colón, marcada por la Inquisición y la expulsión en 1492, arroja nuevas preguntas sobre las posibles motivaciones personales que lo impulsaron a buscar nuevas tierras.

A medida que se descartan hipótesis como la del corsario Pedro Ataide, la del hijo del Príncipe de Viana y otras que lo relacionaban con navegantes gallegos o incluso miembros de la nobleza de Navarra, el perfil sefardí de Colón se fortalece. Así, el mito del navegante genovés queda obsoleto frente a las evidencias científicas y los estudios históricos.

La tesis mallorquina, descartada

Uno de los aspectos más debatidos en las últimas décadas ha sido la teoría de que Colón nació en Felanitx, Mallorca. Esta hipótesis, defendida por Gabriel Verd, sugería que Colón era hijo del Príncipe de Viana y Margalida Colom. Verd argumentaba que, en los escritos del almirante, nunca se usaba el italiano, y que había una clara influencia mallorquina en su lenguaje. Según Verd, Colón había incluso nombrado una isla en Venezuela «Margalida» en honor a su madre mallorquina.

A pesar de estos argumentos, el estudio genético ha descartado la hipótesis mallorquina, confirmando que Colón no tiene lazos familiares con el Príncipe de Viana ni con Mallorca. Este hallazgo representa un duro golpe para los defensores de esta teoría, pero también subraya la importancia de la ciencia en la resolución de debates históricos.

La historia de Cristóbal Colón está lejos de ser un tema cerrado. Gracias a los avances en genética y la persistente investigación de historiadores y científicos, finalmente parece haberse revelado la verdadera identidad del hombre que cambió el curso de la historia en 1492. Hoy, sabemos que Cristóbal Colón no era el genovés que muchos creían, sino un judío sefardí que posiblemente vio en su expedición hacia el oeste una oportunidad para huir de la persecución religiosa que su comunidad enfrentaba en la Península Ibérica. Este nuevo hallazgo no solo redefine su biografía, sino que también aporta una nueva dimensión al legado del navegante que descubrió América.