Durante la mañana del lunes, comenzaba a respirarse ambiente de fiesta, previo a la gran cita al medio día en Cas Baciner, donde Sant Antoni, el Dimoni Gros, los dos dimonions y los sonadors se dirigiran hacia el Ayuntamiento de Manacor entre el gentío.
La muchedumbre salta, aplaude, se felicitan el cumpleaños, pero sobre todo cantan, llevan horas de pie sin embargo aguantan bien, son «jóvenes y jacarandosos». Apoyados en las paredes, asomados a las ventanas con vistas privilegiadas o simplemente sentados en los portales. La multitud estalla de alegría al entonar el «siem devots de bon cor/ d’aquest sant prodigiós/ pagesos i conradors/ i vilans de Manacor». El Santo y los Demonios acaban de entrar en la calle.



























Tras una larga mañana de bailes y gloses hasta la tarde, en la parroquia dels Dolors (iglesia manacorí), las palmadas, gritos y cantos en honor al santo recibieron a la comitiva santantoniera, Allí se celebraron las multitudinarias Completes junto con el Cant dels Goigs de Sant Antoni, con el pasillo central vacío como medida de seguridad. El Patronat de Sant Antoni reparte las octavillas con la letra de los goigs, más tarde estos papeles servirán de banderas o pompones para animar la velada (como los periódicos de los San Fermines en Pamplona). La banda de músicos se coloca frente al altar mayor y la juventud de nuevo empieza a cantar, alguno tiene examen mañana en la universidad pero hoy solo hay fervor.



















