La puesta en escena cuenta con un reparto de 20 actores y un equipo artístico de lujo que ofrecen una impresionante visión de la historia surrealista descrita en el filme por el director aragonés
La obra, escrita y dirigida para el cine por el gran referente del surrealismo del siglo XX, Luis Buñuel, se rodó en 1962 y es una de las películas más importantes y personales del artista que hace referencia a algunas de sus vivencias en la época de la Residencia de Estudiantes y del periodo surrealista transcurrido en Francia como sátira a la burguesía del momento.
En palabras de Blanca Portillo, “El ángel exterminador ya existe, está ahí como una de las más grandes películas de Buñuel, forma parte de la historia del cine y del arte en general. Las herramientas del teatro nos permiten volver a mirarla con ojos nuevos, con los ojos de hoy, acercarnos a su misterio, al hechizo que produce esa imposibilidad de salir de un recinto que en todo momento permanece abierto, volver a mirar a esos personajes (espejos deformantes) y preguntarles qué nos quieren contar. Las herramientas del teatro nos permiten preguntarnos en qué medida los sucesos de la película nos afectan en el aquí y ahora de nuestro tiempo”.
Además del numeroso elenco de la obra, en el que cada personaje tiene un símil entre los integrantes de la sociedad mexicana que Buñuel plasmó en su película en la década de los sesenta y la sociedad de la España actual, cuenta con un consagrado equipo artístico. La escenografía la firma Roger Orra, con un diseño que refleja una extraordinaria vivienda donde sucederán gran parte de las escenas, y esta escenografía estará iluminada por el Premio Nacional de Teatro Juan Gómez Cornejo. El diseño de sonido correrá a cargo de Mariano García, un espacio sonoro muy complicado que necesita un diseño muy sofisticado con tres elementos a mostrar: la casa, la calle y la iglesia. Marco Hernández firma el diseño de vestuario y Sergio Parra las fotografías y el cartel.
Una suma de ingredientes que, unidos al drama, el absurdo, el surrealismo y el humor negro de la obra, harán de este Ángel exterminador un espectáculo con muchos elementos sorprendentes que prometen no dejar indiferente al espectador.