Seguramente salvo su familia y amigos más cercanos, nadie conozca a Cynthia Morris Sherman, nacida el año 1954 en Glen Rigde, Nueva Jersey (EE.UU). Sin embargo, su pseudónimo artístico no necesita presentaciones, porque Cindy Sherman es probablemente, una de las pocas mujeres esenciales en la historia del arte contemporáneo y su obra, conocida de sobra a nivel planetario. «The Women» se titula la exposición que la galería Hauser & Wirth Menorca acaba de inaugurar el pasado 23 de junio en la Illa del Rei (Mahón) y que permanecerá abierta hasta el 26 de octubre de este año. La exposición explora la representación de la identidad femenina y los roles de género a través de la obra de Sherman, desde sus inicios en los años 70 hasta sus obras más recientes.
Esta muestra, que ha pasado completamente inadvertida para el circuito artístico y la prensa mallorquina, incluye series icónicas como ‘Untitled Film Stills’ y retratos de gran formato, donde la artista se transforma en diferentes personajes, abordando la construcción de la feminidad y su percepción pública. El título de la exposición, «The Women», hace referencia a la obra teatral de Clare Boothe Luce, que explora las dinámicas sociales y la obsesión por la apariencia.
Fotógrafa y directora de cine, Sherman es una de las mayores representantes de la fotografía de posguerra. A pesar de que en la mayoría de sus fotografías aparece ella misma representada, no las considera autorretratos. Esto, porque Sherman se utiliza a sí misma como vehículo para representar una gran variedad de temas del mundo contemporáneo a través del disfraz, como el papel de la mujer o el papel del artista. A través de una serie de diferentes obras, Sherman plantea preguntas sobre el papel y la representación de las mujeres en la sociedad, los medios de comunicación y la naturaleza de la creación del arte. Y así es que lleva tres décadas disfrazándose.
Sherman es mundialmente reconocida por su exploración de la identidad a través de la performance de personas meticulosamente observadas ante la cámara. Para esta, su primera exposición individual en España en más de dos décadas, presenta una selección de sus obras más icónicas, que datan de las décadas de 1970 a 2010. Incluye la ya mencionada serie ‘Untitled Films Stills’ (1977-1980), a través de la cual se dio a conocer ampliamente como una de las artistas de la «Generación del Cine», que alcanzó prominencia en las décadas de 1970 y 1980, en respuesta a la era de los medios de comunicación y las celebridades.
Esta serie se yuxtapone con retratos en gran formato de Sherman posando como estrellas de cine, aspirantes a estrellas, mujeres de la alta sociedad y fashionistas de diversas series realizadas en las décadas posteriores, abordando la presentación multidimensional y la percepción pública de la feminidad. Una de las galerías centrales está dedicada a las series ‘Bus Riders’ y ‘Murder Mystery’ y a otras obras tempranas anteriores a ‘Film Stills’, que no se exhibieron públicamente hasta el año 2000 y que ilustran las detalladas observaciones de Sherman sobre la sociedad estadounidense y el punto de partida para los temas y métodos que desarrollaría a lo largo de su carrera. La gama de obras expuestas ofrece una notable representación de la constante preocupación de Sherman por la interacción entre los roles y los imaginarios femeninos y las miradas a las que las mujeres están, según ella, sometidas. A través de su obra, señala cómo las mujeres existen en la sociedad como una imagen de sí mismas.
La muestra toma su título de la exitosa obra teatral de 1936 dirigida exclusivamente hacia las mujeres y dirigida por Clare Boothe Luce. ‘The Women’ fue una despiadada pieza coral sobre las interacciones entre las mujeres, de su misma clase y de diferentes clases, y de diferentes apariencias. Adaptada dos veces al cine en 1939 y 2008, es un ejemplo del género clásico de «cine de mujeres» de Hollywood, en torno al cual se forjó la teoría cinematográfica feminista.
A medida que el culto a la fama y la celebridad del siglo XX se ha transformado en el contexto del siglo XXI de influencers y estrellas de redes sociales, las deconstrucciones de Sherman sobre el género, la riqueza y el privilegio siguen siendo de gran relevancia. La obra de Sherman nos revela hasta qué punto construimos y representamos nuestras identidades. Cada iteración de su performance es un personaje nuevo y único. A través de estas imágenes, se ha convertido en la principal exponente del subgénero que combina la performance con la fotografía, llamando la atención sobre el hecho de que la identidad es compleja, se construye y se representa.
El papel del cine, la moda, las revistas y la fotografía clásica de retratos forma parte del tema. Sherman había trabajado previamente en series sobre mujeres de clase social y el proceso de envejecimiento, obras que están presentes en la exposición. En estas obras, experimenta con múltiples registros sugiriendo un sentido de identidad fracturado e inestable.
Sherman también se encarna en una gama de estereotipos culturales y personalidades cotidianas de la sociedad estadounidense, utilizando poses, vestimentas y expresiones faciales que dan vida a personajes familiares. Sus autorretratos poseen una marcada teatralidad, manifiesta, e incluso un melodrama deliberado a través de sus personajes y sus poses. En algunas imágenes, el acto de fotografiar se hace visible al capturar el disparador automático y las marcas en el suelo del estudio; aquí, Sherman señala su medio y expone su proceso como parte del propio acto creativo. A lo largo de su carrera, el enfoque de Sherman en la diversidad de la feminidad enfatiza el juego de la diferencia en lugar de la igualdad dentro de las categorías de género, haciendo que la idea de la feminidad sea expansiva en lugar de restrictiva.
Actualmente con más de cuatro décadas de trayectoria profesional, Cindy Sherman vive y trabaja en Nueva York. Saltó a la fama a finales de la década de 1970 con el grupo Pictures Generation. Se dedicó por primera vez a la fotografía en el Buffalo State College, donde estudió arte a principios de esa misma década. Utilizando prótesis, efectos teatrales, técnicas fotográficas y tecnologías digitales, ha canalizado y reconstruido personajes familiares conocidos por la psique colectiva, a menudo de maneras inquietantes, y ha explorado los aspectos más grotescos de la humanidad a través de la lente del horror y lo abyecto. Entre sus exposiciones individuales figuran las realizadas en FOMU Fotomuseum Antwerp, la Fundación Serralves de Oporto, la National Portrait Gallery de Londres y la Fundación Louis Vuitton en París. Ahora, es una buena oportunidad para ver un amplio recorrido de su trabajo en la isla de Menorca. Altamente recomendable.
