Cuando una leyenda pisa suelo mallorquín, la isla responde. Y eso fue exactamente lo que ocurrió en la segunda semana del festival Es Jardí 2025, con un concierto explosivo, emotivo y de alto calibre a cargo de Marc Anthony, uno de los artistas latinos más influyentes del planeta.
El de Calvià no fue un concierto más: fue una celebración de la salsa, un tributo a la pasión por la música y una noche mágica en la que 5.000 almas vibraron al unísono, de principio a fin.
Un arranque apoteósico: ‘Pa’lla voy’ y una banda que deslumbró



La velada arrancó con fuerza. Un medley instrumental ejecutado con maestría por su banda —una de las más potentes del circuito internacional— encendió el ambiente. Y entonces, él apareció. El astro boricua emergió en el Escenario Estrella Damm entre vítores y luces, abriendo con ‘Pa’lla voy’, el tema que da nombre a su álbum de 2022 y que le valió el Latin Grammy al Mejor Álbum de Salsa.
Sin respiro ni pausa, Marc Anthony desató la tormenta: ‘Valió la pena’, ‘Flor pálida’, ‘Volando entre tus brazos’… Cada canción era un golpe certero al corazón del público, que no dejó de bailar ni un solo compás.
“Ver a miles de personas moverse como una sola masa al ritmo de la salsa es un espectáculo que te reconcilia con la vida”, comentaba uno de los asistentes tras el concierto.
Un repaso a su legado musical: del amor al ritmo sin freno
A mitad de concierto, llegó el momento íntimo. Una selección de baladas hiladas con elegancia marcó el ecuador del show. Canciones que invitan a cerrar los ojos, dejarse llevar y recordar que, sí, la salsa también se siente desde la ternura.
Pero la tregua fue breve. La euforia regresó con clásicos como ‘Te conozco bien’, uno de sus primeros grandes éxitos, y ‘Parecen viernes’, muestra de su vigencia como referente contemporáneo. Marc Anthony no solo cantó: construyó un puente emocional con el público, conectando generaciones a través de su vasto repertorio.
Y como si no fuera suficiente, se atrevió con una versión emocionante de ‘Y cómo es él’, de José Luis Perales, en una reinterpretación que arrancó suspiros y aplausos.

Un cierre por todo lo alto: ‘Vivir mi vida’ como himno colectivo
‘Tu amor me hace bien’ preparó el terreno para el desenlace, un final que ya se intuía épico. Y así fue. Con ‘Vivir mi vida’, Marc Anthony encendió la mecha definitiva. Todo Es Jardí explotó de energía, luces, ritmo y una conexión pura entre artista y público.
“Una noche para el recuerdo. De esas que se te quedan bailando dentro”, diría más tarde una espectadora visiblemente emocionada.
La segunda visita de Marc Anthony a Mallorca, también con el sello de Mallorca Live y dentro de la apuesta internacional del Mediterranean Boutique Festival, confirmó lo evidente: la isla está más que preparada para recibir a los grandes nombres de la música global.
Antes del huracán latino: La Canija y el arte del flamenco
Pero el miércoles no fue solo para la salsa. El Escenario Sa Clariana acogió antes la actuación de La Canija, que llenó de duende y compás el jardín mediterráneo con una propuesta fresca, andaluza y llena de matices. Un bonito contrapunto que demostró la riqueza cultural que Es Jardí pone sobre la mesa: del flamenco más sentido al latido irresistible de la salsa.