Dicen que el amor vive en París, pero tiene casa en Verona. Y lo cierto es que basta con recorrer sus calles empedradas, sentir el eco de las voces en la Arena o mirar desde un puente al río Adige para entender que aquí, el tiempo se desliza de otra forma. Verona no solo es la ciudad de Romeo y Julieta, es una cápsula de historia, arte y emociones. Un viaje aquí es un salto a siglos de arquitectura romana, vida medieval y ópera al aire libre, pero también a la Italia más auténtica y seductora. En este artículo, recorremos su apasionante historia y te descubrimos las siete visitas imprescindibles para saborear su alma.
Un vistazo a la historia de Verona: entre Roma, Venecia y Shakespeare






La historia de Verona es una de las más ricas y continuas del norte de Italia. Fundada por pueblos prerromanos, su verdadero impulso llegó con los romanos en el siglo I a.C., cuando se convirtió en una colonia estratégica en las rutas hacia el norte de Europa. De aquella época aún sobreviven estructuras imponentes como la Arena de Verona, símbolo vivo de una ciudad donde el pasado respira.
Durante la Edad Media, Verona prosperó como ciudad-estado y se rodeó de murallas, fortalezas y palacios. Fue la época dorada de los Scaligeri, una familia noble que dejó huella en sus construcciones defensivas y su mecenazgo artístico. Más tarde, bajo dominio de la República de Venecia, la ciudad disfrutó de estabilidad y se llenó de arquitectura renacentista.
Tras pasar por manos austriacas y francesas, Verona se unió al Reino de Italia en 1866, completando un recorrido histórico que hoy se percibe en cada rincón. Pero si algo selló su identidad fue la pluma de William Shakespeare, que la inmortalizó en Romeo y Julieta. Aunque el dramaturgo nunca pisó la ciudad, Verona se ha apropiado de su tragedia con elegancia y sin rubor.
Qué ver en Verona: 7 lugares imprescindibles
Si estás pensando en viajar a Verona, estos son los sitios que no debes perderte para comprender la esencia de esta joya italiana:
1. Arena de Verona



El corazón romano de la ciudad. Construida en el siglo I d.C., es uno de los anfiteatros romanos mejor conservados del mundo. Su acústica sigue siendo legendaria, y cada verano acoge uno de los festivales de ópera más prestigiosos de Europa. Más allá del espectáculo, sentarse en sus gradas es sentir la magnitud de la historia.
2. Casa de Julieta


El rincón más romántico de Verona. Aunque la historia de Julieta Capuleto sea más leyenda que realidad, la casa medieval que se le atribuye —con su icónico balcón— es uno de los lugares más fotografiados de Italia. En su patio, los visitantes dejan cartas, candados y promesas de amor.
3. Piazza delle Erbe



El alma comercial e histórica de Verona. Esta plaza, ubicada sobre el antiguo foro romano, rebosa vida desde la mañana hasta el anochecer. Rodeada de palacios decorados con frescos, la Torre dei Lamberti y mercados tradicionales, es ideal para tomar un espresso y observar la vida local.
4. Castelvecchio y el Ponte Scaligero


Fortaleza y puente medieval sobre el río Adige. El castillo, construido en el siglo XIV, alberga hoy un museo con arte medieval y renacentista. Cruzar el Ponte Scaligero es una experiencia en sí misma: sus torres de ladrillo rojo y sus vistas son puro fotogénico.
5. Basílica de San Zeno Maggiore
Una joya del arte románico. Esta basílica, con su imponente fachada y sus puertas de bronce del siglo XI, es un testimonio de la fe y la belleza artística de la ciudad. En su interior se conserva un retablo de Mantegna, una de las obras más valiosas del Renacimiento italiano.
6. Torre dei Lamberti



El mejor mirador de Verona. Con 84 metros de altura, esta torre ofrece vistas 360º del casco histórico. Puedes subir por escaleras o usar el ascensor, pero lo importante es mirar desde lo alto y dejarte sorprender por los tejados, campanarios y el curso del Adige.
7. Catedral de Verona (Duomo di Verona)
El templo mayor de la ciudad. Esta catedral románico-gótica es uno de los edificios religiosos más significativos de Verona. En su interior, además de magníficos frescos, se encuentra la pintura La Asunción de la Virgen de Tiziano, una obra maestra del arte sacro.






Consejos prácticos para tu visita a Verona
- Duración ideal del viaje: 2 a 3 días bastan para explorar la ciudad con calma.
- Mejor época para viajar: primavera y otoño ofrecen temperaturas suaves y menos turistas.
- Cómo llegar: Verona cuenta con aeropuerto propio (Valerio Catullo) y conexiones ferroviarias rápidas desde Milán, Venecia o Florencia.
- Dónde alojarse: el casco antiguo es ideal por su encanto y cercanía a los principales puntos turísticos.
- Gastronomía: no dejes de probar los gnocchi alla veronese, el risotto con Amarone o el tradicional pandoro en invierno.
Verona, la ciudad que sigue contando historias




Verona no es solo un destino. Es un relato que se construye en piedra, en versos y en óperas bajo las estrellas. Una ciudad que sabe conjugar historia y modernidad, romanticismo y vigor cultural. Ya sea por su arquitectura, su historia o ese halo literario que la envuelve, visitar Verona es sumergirse en una Italia que seduce con la mirada y atrapa con el corazón.