Cada 1 de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores, una fecha en la que se conmemora la lucha obrera y la fuerza laboral en todo el mundo. Aunque hoy en día es un día festivo, esta fecha tiene sus raíces en la lucha por los derechos laborales y por una vida digna para los trabajadores y trabajadoras.
El origen del Día Internacional de los Trabajadores se remonta al año 1886 en Estados Unidos, cuando los trabajadores iniciaron una lucha para reducir la jornada laboral a ocho horas. Tras varios días de huelga, se convocó una concentración en la plaza de Haymarket en Chicago, donde se produjo una explosión y un policía murió. Como resultado, cinco trabajadores fueron condenados a la horca y se les conoce como «los mártires de Chicago». En honor a ellos y a la lucha por la jornada laboral de 8 horas, el 1 de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores.
A lo largo de los años, los trabajadores han logrado importantes avances en la lucha por sus derechos laborales, como la reducción de la jornada laboral, la seguridad social, la igualdad salarial, el derecho al salario mínimo, el disfrute de vacaciones y días festivos, entre otros. Estos derechos y beneficios contractuales han sido reconocidos por la legislación en materia laboral, contemplados en contratos y convenios colectivos de trabajo.
Además, existe la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una agencia tripartita de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores de 187 estados miembros. La OIT tiene como objetivo promover los derechos laborales, fomentar oportunidades de trabajo, formular políticas y programas que promuevan el trabajo decente para hombres y mujeres, y fortalecer el diálogo en temas relacionados con el trabajo.
En Estados Unidos y Canadá, el día de los trabajadores es celebrado como Labor Day en septiembre, establecido por el presidente estadounidense Grover Cleveland en esa época para evitar que se celebre en mayo y se refuerce el movimiento socialista en EEUU.
