Las explosivas memorias «En la sombra» han aterrizado en el mundo entero, un libro lleno de historias sobre la familia real y cómo se sentía el Príncipe Harry al crecer, como el repuesto para el heredero, «la sombra, el apoyo, el Plan B», sintiéndose como un secundario respecto a su hermano mayor, el príncipe Guillermo.
Las cosas más reveladoras del libro de 416 páginas comenzaron a cuenta gotas la semana pasada, en diversas entrevistas y artículos, tocando todo, desde el consumo de drogas de Harry (la cocaína «no fue muy divertida») y esa vez que se vistió de nazi (no por decisión propia, afirma, las peleas con su hermano por culpa de su esposa, las secuelas de la muerte de la Princesa Diana («Mi padre no me abrazó») hasta la ruptura de su vínculo familiar.
La decisión de Harry de abrir sus sentimientos con un libro (con la ayuda del escritor fantasma J.R. Moehringer) no es del todo nuevo en su familia: sus padres escandalizaron a la monarquía colaborando con los respectivos biógrafos a principios de la década de 1990. Pero la familia real sigue siendo bastante famosa por mantener todo en el interior de palacio.
El Palacio de Buckingham, que representa al Rey Carlos III, y al Palacio de Kensington, que representa a William y Kate Middleton, hasta ahora se han negado a comentar cualquiera de las acusaciones que Harry saca en el libro sobre las palabras o el comportamiento de la familia real.
